Que en Barcelona nos apasiona el arroz no lo puede negar nadie. La fama se la lleva Valencia, pero los arroces de Barcelona no tienen nada que envidiarles. Los hacemos secos, en caldo, melosos… La variedad de recetas que se elaboran con arroz es bastante amplia y, por supuesto, la más conocida es la paella. Pero, si tuviéramos que elegir otro plato que nos hace salivar sería, sin duda, el arròs al forn. ¡Una bomba de arroz seco con garbanzos, patata, carne de cerdo, tomate, ajo y morcilla!
La tradición de este plato típico valenciano, que para alguno sigue siendo aún un gran desconocido, se remonta al menos hasta el siglo XVI, aunque los árabes ya trabajaban este producto. Durante la Valencia medieval se hablaba de una receta con el nombre de arròs en cassola al forn.
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La manera habitual de elaborar este arroz es a partir de los restos de puchero. Básicamente, además de arroz, se utilizan garbanzos y carne de cerdo como costillas, tocino, pelota y morcilla junto con el caldo o incluso agua. También se le añaden patatas, tomate y una cabeza de ajos en el centro. Cazuela al horno y listo.
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Tradicionalmente, este arroz se elaboraba en el horno del pueblo porque en las casas no había y de ahí la variante de su nombre, arròs passejat (por el trayecto que había que hacer con la cazuela). Una costumbre que no se ha perdido todavía en algunas localidades como Cheste o en Castellar, a las afueras de València.
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La popularidad de esta receta gana fuerza conforme nos desplazamos hacia el sur de Valencia y norte de Alicante, siendo Xàtiva la capital del arroz al horno, lo cual no significa que en Barcelona no pueda comerse de maravilla en muchos sitios. Y mucho menos que no lo puedas hacer tú en casa.
Después de la paella, esta será seguro tu receta con arroz más amada. Es ese plato que agradeces más que una paella cuando hace frío y que cuenta con una receta e ingredientes con los que todo el mundo suele estar de acuerdo. Como la vea Jamie Olliver, estamos perdidos.
Foto de portada: @jacobssanchez