Los operarios encargados de las obras de la Sagrada Familia han vuelto hoy lunes al trabajo después del parón en las obras provocado por la covid-19. Las obras además vuelven con un objetivo concreto: acabar la segunda torre más alta del templo, la torre de la Virgen María, antes de que acabe este año.
La mencionada torre alcanzará una altura de 138 metros, algo por debajo de los 172,5 metros de la torre dedicada a Jesús y que corona la basílica.
Los responsables del templo aseguran que «a principios de febrero está previsto iniciar la colocación de los paneles que ya forman parte del terminal de 25 metros que estará coronado por una estrella iluminada de doce puntas».
El retraso sufrido por las obras hace difícil, sin embargo, estimar una fecha concreta para el final de las obras. La caída del número de visitas al templo y, con ella, la caída de los ingresos generados por las entradas, que sufragaban la reforma, dificultan la empresa. Por ello, el año 2026, que se dibujaba como un horizonte futuro para el fin de las obras, permanece ahora dudoso.
Foto de portada: @jonasdenil | Unsplash