
Banksy es arte y talento, pero también subversión, provocación y misterio. Con cientos de obras esparcidas por el mundo, muchas efímeras, es complicado poder verlas en vivo, por eso son necesarias iniciativas como el Museo Banksy. Este espacio, situado a pocos pasos de Plaza Urquinaona, divulga la obra del artista, con obras homenaje a sus originales a las que les añade contexto para que podamos comprenderlas mejor.
¿Por qué merece la pena ir al Museo Banksy? Te traemos 5 razones que bien merecen una visita a este espacio situado en calle Trafalgar, 34.
1. Nos hará replantearnos nuestra relación con el arte callejero
Muy a menudo vemos noticias sobre la vandalización del espacio público en forma de grafiti. Estas manifestaciones, mucha de ellas sin mayor intención que hacer daño, hacen que el fenómeno del street art esté denostado y haya muchos prejuicios acerca de los artistas callejeros.
Museo Banksy destruye este estigma, mostrando cómo el street art bien planificado es una manifestación artística con mucho poder, pues lleva el arte al espacio público, haciéndolo 100% accesible, además de que es una potente herramienta de reivindicación.
2. Tendremos una oportunidad única para revivir obras desaparecidas
La esencia del arte de Banksy es que es efímero. Aparece en un contexto determinado y acaba desapareciendo de la vista del público, ya sea porque las autoridades de la ciudad donde actúa lo borran o porque los coleccionistas lo arrancan (algo de lo que el artista no es muy partidario).
Aunque esta fugacidad es parte de su mensaje, es una pena que su arte se pierda en el tiempo y en el espacio, por lo que el ánimo de preservación del Museo Banksy es esencial. Gracias a las obras homenaje de sus instalaciones podremos ver en detalle más de 150 recreacipmes, muchas de ellas desaparecidas.
3. Nos hará reflexionar sobre el mundo actual
Activo desde finales de los 90 (al menos con la identidad de Banksy), el arte del muralista siempre es un reflejo de las problemáticas de su tiempo. Sus obras, de manera muy irónica y con muchas metáforas, hablan de temas que a todos nos importan: de la corrupción a la vulnerabilidad de la infancia, pasando por la crítica al consumismo o a la adicción al móvil. Pero Banksy no se queda en el activismo pasivo: el autor ha hecho intervenciones en zonas de conflicto, como su famoso grafiti en el muro de Cisjordania.
Museo Banksy recupera en formato homenaje decenas de estas instalaciones y nos las introduce en su contexto, con escenarios que recrean el lugar real donde se pintaron. De esta forma entenderemos mejor el alcance de la obra y reflexionaremos sobre sus mensajes.
4. Nos divertirá con sus homenajes a la cultura pop
Pero no todo es dura crítica social en el arte de Banksy. El autor se permite ser más ligero de vez en cuando con sus obras dedicadas al universo de la cultura pop. De una reinterpretación muy «mona» de Jules y Vicent de Pulp Fiction a una Kate Moss warholizada.
En estas obras más ligeras aprovecha, además, para hacer guiños a otros artistas que en su día fueron de lo más rompedores, como el mencionado Warhol o los no menos relevantes Keith Haring o Jean-Michel Basquiat.
5. Acercará el arte a los pequeños de la casa
Aunque los mensajes de Museo Banksy son contundentes y hablan de una sociedad en decadencia, no solo están pensados para el público adulto. Dado el tipo de instalación en la que nos encontramos, de lo más interactiva, los niños y niñas disfrutarán del museo mientras, sin darse cuenta, se introducen en diferentes formas de arte.
Además, durante los fines de semana, Museo Banksy organiza talleres de arte donde aprenderemos técnicas de street art. Aunque están recomendados para todas las edades, los peques disfrutarán especialmente pintando con spray, una técnica no demasiado habitual en los colegios o en casa.