Ha sido como parte del derrumbe de los antiguos juzgados.
Como ir a un examen sabiendo que no vas a aprobar. Una sensación similar deben sentir peones de obra, arquitectos o delineantes cuando tienen que hacer una obra en el subsuelo de una ciudad con una historia agitada, densa y no del todo conocida.
Es meter la excavadora y encontrar vestigios de todo tiempo pasado.
Ocurre en Roma, que sólo puede tener dos líneas de metro, y ocurre en Zaragoza, que ni siquiera puede construirse metro. Y ocurre en Barcelona, que es lo que nos interesa y es donde se han encontrado tumbas que datan de la Edad Media.
El caso es que ha ocurrido en las obras de derrumbe de los antiguos juzgados, en el Paseo Lluis Companys. Juzgados que, por cierto, se están derribando dado el deplorable estado en el que se encontraban. Y eso que tampoco tienen mucho tiempo: se inauguraron en el 64 y están en desuso desde 2009.
Bueno, volviendo a lo que nos interesa, al tema de la excavación. Cabe decir que han encontrado 16 tumbas en lo poco que se lleva explorado. Tumbas que datarían de entre el Siglo VII y el IX. Hecho que, según La Vanguardia, lo convertiría en “el cementerio altomedieval más extenso y mejor documentado de Barcelona”.
Porque, claro, si en el tramo explorado hay 16 tumbas, es muy probable que haya bastantes más en lo todavía no visto. Se teme o se espera –el verbo va a gusto del lector- que la necrópolis abarque buena parte del Born.
La primera tumba avistada ha sido la única que se ha abierto. Y, ¿cuál ha sido la sorpresa? Pues que por no tener, no tenía ni cabeza: se cree que ya había sido vandalizada –si se acepta el participio-. Vandalizada, huelga decirlo, en las obras de los 60.
Lo más probable, no obstante, es que quienes trataron de desvalijar al pobre cadáver se quedaran como estaban. Los entierros de la Edad Media poco tenían que ver con los faraónicos. Eran bastante bastante austeros.
Lo que supone un chute de alegría para arqueólogos e historiadores, es una piedra en el camino –nunca mejor dicho- para los encargados de la obra (nunca llueve a gusto de todos). Así pues, el Departament de Justicia de la Generalitat ha comunicado que se “detiene el derribo”.
Con lo cual, un proyecto que fue anunciado en 2010 tendrá que ser puesto en pausa, por lo menos, otro año más.
¡Ah! No sólo han encontrado un cementerio: también hay mosaicos y azulejos de la primera planta del Palau de Bellas Artes de la Expo de 1888 (derribado en 1942). También se han topado con los terraplenes de la explanada que rodeaba la Ciutadella.