La contaminación acústica es un problema real en Barcelona
Así lo ha hecho saber un estudio de la Universidad de Vic – Universitat Central de Catalunya en un estudio basado en las mediciones desde 4.507 bloques de piso. Barcelona, y esto no es una novedad para quien la habita, no es precisamente un lugar silencioso. Si la OMS recomendó en 2001 un máximo de 55 dB durante el día, Barcelona rebasa con creces la cifra y alcanza los 65.
El estudio también ha revelado una nueva forma de cartografiar Barcelona: los barrios habitados por personas con rentas más elevadas tienen mayor contaminación acústica. Prueba de ellos son los barrios de l’Eixample, Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts. Lo de l’Eixample se puede entender dado el tráfico que hay en esa zona. Lo de Sarrià y Les Corts es más raro.
Igual que también puede resultar raro que barrios con calles estrechas como los de Sants, Gràcia o Sant Martí sufran relativamente poco las inclemencias sonoras de la ciudad. De hecho, habla también a favor de lo sesgado de nuestro pensamiento: pudiera parecer que a más concurrencia humana, más ruido. Nada más cerca de la ficción.
El objetivo del estudio, lógicamente, no es señalar por señalar. Es decir: oye, aquí hay un problema. La contaminación sonora causa daños en la salud y agravios en el bienestar físico y mental. Hay estudios que dicen que afecta sobre todo a colectivos vulnerables como niños o personas mayores. El objetivo del estudio, entonces, es alertar para que sea posible la implementación de planes estratégicos y políticas urbanas que permitan mejorar la vida de los barceloneses.