
Encontrar piso en Barcelona es una odisea horrible. Por eso, el gobierno parece querer ponerse las pilas, y ha anunciado unas ayudas a la compra de pisos para jóvenes que pueden colaborar, al menos en parte, a empezar a combatir el problema.
Son los “Préstecs Emancipació”, unas ayudas a las compras de pisos para jóvenes que financiarán hasta el 20 % del precio del piso sin intereses.
La consellera d’Economia i Finances, Alícia Romero, ha afirmado que «estos préstamos son un producto pionero en España y responden a un objetivo que nos hemos marcado como Gobierno: que la colaboración público-privada sea una forma de trabajar para aunar esfuerzos y poder llegar a más ciudadanos.»
¿Cómo funcionan estas ayudas?
En realidad es así de sencillo: el Govern financia el 20% del precio, que suele ser el equivalente a la entrada de un piso, sin intereses. De esta forma se facilita sortear el principal obstáculo a la hora de acceder a una vivienda: la suma de dinero inicial para abordar siquiera la búsqueda de una casa.
Este 20%, evidentemente, hay que devolverlo, pero no se empieza a pagar hasta que se termine de pagar la hipoteca y se devuelve sin intereses.
El resto del monto del piso, ese 80% restante, es que el se abona con una hipoteca convencional en el banco.
De esta manera, los compradores «solo deberán» pagar los impuestos de la compra de la vivienda, que representan un 5% para personas de hasta 35 años.
¿Quiénes puedes acceder?

Las personas menores de 35 años.
¿Qué tipo de vivienda se puede comprar?
La idea es que este plan funcione con viviendas de segunda mano, algo muy habitual en ciudades como Barcelona, y que las personas beneficiarias sean jóvenes que compran por primera vez.
En total, la Generalitat destinará 500 millones de euros hasta 2029 para ayudar a que más gente joven pueda independizarse sin tener que esperar a heredar.
Pisos que pasan a ser vivienda protegida
Estas ayudas tienen una condición: las viviendas compradas con este préstamo pasarán a formar parte del parque protegido de vivienda pública de forma permanente.
Eso quiere decir que si un día decides venderla, no podrás hacerlo a precio de oro: habrá un tope marcado por la administración. De esta manera, se ayuda a ampliar el parque de vivienda protegida del futuro, «introduciendo» casas del mercado privado en el parque de viviendas de precio protegido.