
La Casa Batlló sigue revelando secretos de Gaudí. El emblemático edificio modernista de Passeig de Gràcia acaba de culminar la restauración de su fachada posterior y el patio privado de la Planta Noble, dos zonas poco conocidas para el público general y que, tras décadas de alteraciones y reformas, vuelven a lucir el aspecto original que Antoni Gaudí diseñó en 1906.
La intervención, que ha supuesto una inversión de 3,5 millones de euros, ha sido la primera restauración integral de estos espacios. Un equipo multidisciplinar de expertos y artesanos locales ha trabajado durante meses para recuperar elementos originales perdidos, como las jardineras junto a los patios de ventilación o la pérgola de brezo con forma parabólica que presidía el centro del patio.
Qué se ha remodelado
En la fachada trasera, se han restaurado el estuco, el trencadís de vidrio y cerámica, el mosaico del pavimento y las emblemáticas rejas de hierro forjado. También se han devuelto a su estado original las balconeras de madera y las ventanas, muchas de ellas deterioradas tras décadas de intervenciones poco respetuosas.
Una de las partes más emocionantes del proceso, según ha explicado el arquitecto responsable, Xavier Villanueva, fue descubrir los colores originales escondidos bajo capas de pintura gracias a análisis estratigráficos: “La fachada actual es como el negativo fotográfico de la anterior. Esta remodelación nos ha permitido llegar a la esencia de Gaudí”.
Además de la restauración arquitectónica, el proyecto ha puesto en valor las técnicas artesanales tradicionales, trabajando en paralelo en talleres especializados y en el propio edificio. “Seguimos desvelando la genialidad de Gaudí y lo hacemos poniendo en valor las maestrías de los saberes artesanales”, ha señalado Gary Gautie, director general de Casa Batlló.
El truco para verla gratis
La fachada posterior del edificio de Gaudí se puede visitar, obviamente, pagando la entrada de la Casa Batlló y disfrutando de una visita guiada por el edificio.
Pero hay otra opción gratis, un clásico de los barceloneses que saben. Si uno deja atrás Casa Batlló y dobla por la calle Aragón, encontrará enseguida el Servei Estació, la ferretería más grande y famos de Barcelona, un edificio entero dedicado al bricolaje.
Basta entrar en él y dirigirse a las escaleras de la parte posterior. Allí, cada rellano tiene un ventanal con vistas al patio interior de manzana que Servei Estació comparte con la Casa Batlló, y que ofrece una panorámica genial de la fachada del edificio de Gaudí sin pagar ni un solo euro.