
No se puede ser fan de Carlos Ruiz Zafón y no haber hecho esta actividad.
Está en todas las listas de “100 libros que tienes que leer antes de morir”. Y no es para menos. Decir que lectura de la obra cumbre de Ruiz Zafón -coincidiremos en que la calidad es la que es y Zafón nunca estará en las quinielas de un Nobel- es adictiva es quedarse corto. Es imposible acabarse el libro y no sentir cierto síndrome de abstinencia.
Estirando la metáfora, se puede decir que el tour de La Sombra del Viento es una suerte de metadona. Hambre de más libro y necesidad satisfecha. Problema y solución. Solución, por cierto, alcanzable en este link.
La solución, entonces, pasa por sentirse Daniel Sempere, protagonista del libro. Pasa por conocer Barcelona desde la literatura. Pasa por ver a la literatura como una herramienta de conocimiento del terreno. Por hacer un repaso por el cementerio de los libros olvidados, por la emblemática Plaza Real y por las curiosidades del Barrio Gótico.