
Hay quien canta para entretener y quien canta para emocionar. Y luego está Joan Manuel Serrat, que lo hace todo a la vez. Con su inconfundible voz y su forma de convertir la vida en canción, se metió en el bolsillo a generaciones enteras. Poeta sin tinta, trovador sin época, caballero del verso cantado, lo mismo le puso música a Antonio Machado y Miguel Hernández que nos enseñó que el Mediterráneo es algo más que un mar. De la Nova Cançó al Olimpo de la música en español, su legado no se mide en premios, pero ahí está la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes otorgado en 1995, para recordarnos que lo suyo no fue suerte, sino pura historia.
Barcelona y Serrat, Serrat y Barcelona
Si Barcelona tuviera voz, es muy probable que esa fuera la de Joan Manuel Serrat. Nacido en el barrio de Poble-sec, creció entre sus calles y convirtió a la ciudad en musa de sus canciones. No hay más que escuchar Barcelona i jo, su oda personal a la capital catalana, para sentir que cada acorde huele a ese salitre que tan bien conocemos.
Pero su vínculo va más allá de la música. En 1992, Serrat fue uno de los privilegiados en portar la antorcha olímpica en los Juegos de Barcelona, un gesto que simbolizó lo que ya era un hecho: su nombre estaba grabado en la historia de la Ciudad Condal. Y aunque su carrera lo llevó a escenarios de todo el mundo, quizá porque «su niñez sigue jugando en su playa», Barcelona siempre será su hogar.
La música de Serrat encuentra en Candlelight un nuevo puerto
Homenajes a Joan Manuel Serrat ha habido muchos, pero ninguno como los que tiene preparado Candlelight. El famoso ciclo de conciertos reinventa su legado con la elegancia de un cuarteto de cuerda y el hipnótico resplandor de miles de velas. Mediterráneo, Cantares, Penélope, Barquito de Papel y otros éxitos del «El Nano» sonarán en el Paraninfo de la Universidad de Barcelona, el Real Círculo Artístico y el Recinto Modernista de Sant Pau en una velada tan evocadora como sus letras. Un encuentro entre la nostalgia y la belleza musical, donde cada nota abrirá la puerta a un recuerdo.
Joan Manuel Serrat (ese noi de Poble-sec que ya no es tan niño) es historia viva de la música. Un legado imborrable que los próximos meses brillará, aún más, en los escenarios del Paraninfo de la Universidad de Barcelona, el Real Círculo Artístico y el Recinto Modernista de Sant Pau, donde Candlelight le rendirá tributo durante una velada tan íntima como inolvidable.