El primer Sant Jordi pospandémico lo chafó el mal tiempo. El viento, la lluvia y el granizo malogró las carpas de las paradas dejando a la intemperie cientos de libros que acabaron mojándose; otros tantos, tirados por el suelo.
El mal tiempo coincidió con una fiesta del libro que todavía en Catalunya, a diferencia de como pasa en otras ciudades como Madrid, se celebra tan solo un día al año. Aun así, esta jornada define las ventas de todo el año para el gremio de libreros.
Este Sant Jordi venía además en un contexto muy positivo con un sector que sigue creciendo. Según datos de la Cambra del Llibre de Catalunya, si en el 2021 se registró un incremento de las ventas de libros del 15 por ciento frente al 2020, representando el mejor año de toda una década, el 2022 sigue la misma senda e incluso apuntaba mejor. Habrá que ver en qué queda todo tras este Sant Jordi pasado por agua.
Una cosa: de molts dels llibres malmesos, hi ha còpies en bon estat als magatzems i a les llibreries que, si no es compran, aniran a la trinxadora. Si voleu ajudar, aneu a comprar els bons i nosaltres mirarem de gestionar la devolució dels molls amb les distris.
— Llibreria Calders (@LaCalders) April 25, 2022
Las imágenes de las cascadas de agua y granizo que desarmaban las carpas han removido los corazones bibliófilos y son muchos los que han propuesto en redes sociales hacer algo con todos los libros mojados de este año.
Tothom que pugui, a comprar els llibres mullats de les editorials petites i les llibreries de barri que han hagut de plegar perquè els ha caigut la parada. Després de la pandèmia, sols faltava això. Quina tristor. #SantJordi2022
— Cris Pallarès (@pallares_cris) April 23, 2022
El Govern por su parte ha propuesto que los libros dañados puedan ir a parar al fondo de bibliotecas públicas y otros centros educativos, según ha dejado entrever la consejera de Cultura, Natàlia Garriga, en el programa de televisión Els matins. Será hoy al mediodía durante el encuentro que mantendrá el gobierno catalán con la Cambra del Llibre cuando estas medidas se empiecen a concretar.
Además, desde el gremio se ha señalado que la Cambra se hará cargo de todos los desperfectos ocasionados por el mal tiempo.
Un nuevo Sant Jordi este verano
Otra de las medidas con las que se pretende salvar este Sant Jordi es organizando una nueva edición veraniega. El teniente de alcaldía de Cultura de Barcelona, Jordi Martí ha dicho que «a partir del lunes trabajaremos con el Gremio de Editores, el Gremio de Libreros y el Gremio de Libro Viejo» para poder enmendar el desastre.
Laura Borràs, presidenta del Parlament, ha sugerido que Sant Jordi se repita este mismo año como ya ocurriera en el 2020. Así lo ha señalado también Jordi Martí Grau, teniente de Alcaldía de Cultura, quien ha dejado abierta la posibilidad a esta como una de las salidas para subsanar las pérdidas.