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En el número 41 de Paseo de Gràcia está uno de los edificios modernistas más espectaculares de Barcelona. Remodelado por el mítico Puig i Cadafalch, la Casa Amatller fue la residencia del industrial chocolatero Antoni Amatller, quien había aumentado su fortuna gracias a la introducción de las técnicas de producción industrial modernas en su empresa chocolatera familiar.
Casa Amatller es una fusión de gótico, barroco y renacentista. Pero sobre todo, el edificio es (o fue) pura vanguardia. En una época en que las pautas arquitectónicas del Eixample optaban por fachadas sobrias y discretas, Puig i Cadafalch hizo despegar en el Eixample el modernismo catalán, convirtiéndose así en uno de los arquitectos más solicitados.
En su fachada se puede disfrutar de un recorrido por sus esculturas, relieves en las molduras de balcones y ventanas o azulejos que crean efectos cromáticos. Un espectáculo visual en pleno corazón de Barcelona.
Más de 120 años lleva esa fachada espectacular siendo parte del paisaje barcelonés y ahora ha llegado el momento de hacer una visita y recibir, además, un dulce obsequio. Tienes tres opciones para disfrutar de este increíble espacio de la ciudad:
Una visita guiada y teatralizada
La visita guiada a esta espectacular joya del modernismo catalán será guiada, para no perderte detalle, por una especialista en la materia que en este caso será nada menos que Teresa Amatller, la hija de Antoni Amatller. Durante una hora recorrerás un recinto que todavía conserva el mobiliario original de la época y solo tienes que hacer clic en este enlace para consultar horarios de visitas y comprar tus entradas.
Una visita muy dulce
En esta caso, la visita también será guiada pero si compras tu entrada haciendo clic en este enlace conseguirás un 40 por ciento de descuento y unos chocolates Amatller de regalo. ¿Quién podría resistirse a algo así?
Visita guiada a la Casa Amatller y el estudio fotográfico de Antoni Amatller
Quizá no lo sabías, pero Antonio Amatller tenía una gran pasión por la fotografía, pasión que le llevó en los primeros años del siglo XX a viajar a países (entonces) al alcance de tan pocos como Turquía, Egipto o Marruecos. Con esta visita podrás también descubrir el estudio fotográfico que Amatller tenía en la última planta de su casa, además de visitar el resto del edificio y recibir un detalle muy dulce en forma de chocolate. Y además,las entradas en este enlace también están a un 40 por ciento sobre el precio original.