Escape rooms, lanzamiento de hachas, toboganes gigantes… ¿Quién dijo que divertirse era cosa de niños?
1. Tiro con hacha
Casi igual que Homer Simpson cuando le toma el relevo a los feriantes y el jefe Wiggum le deja caer que tiene que sobornarle: “Consiste en lanzar aros hachas”.
Nada más simple ni divertido que eso: lanzar hachas contra un cacho de madera. Una hora lanzando hachas. Como una versión mejorada del lanzamiento de dardos. De hecho, no es mala la comparación: dardos a lo bestia y liberando adrenalina –liberas adrenalina porque si te descuidas le trepanas la cabeza al de tu derecha.
Y siendo tan básico como es, está guapísimo. Si no estuviera guapísimo no sería un deporte tan popular en Canadá y en Estados Unidos –poca broma: es un deporte federado con casi cinco mil miembros. De hecho, solo en Estados Unidos hay más de dos mil locales como el Barcelona Axe Throwing.
Dónde: Trafalgar 8
2. Calafell slide
Calafell Slide es más que un tobogán. Y lo es tanto por su longitud como por el hecho de que la velocidad sea regulable. Algunas de las cosas más guapas de Calafell Slide son, uno, el precio: cada viaje cuesta 3€. Y, dos, si bien es cierto que no se pueden hacer carreras al uso –es técnicamente imposible adelantar a nadie–, sí que hay una herramienta que registra la velocidad de cada uno y luego permite la comparación y la medición.
Así pues, a apenas una hora en coche de Barcelona está Calafell Slide, que este año cumple su 30º aniversario. Y aun 30 años después de su fundación, sigue siendo único en España. A pesar de que hay más de 250 en el mundo, el concepto no ha tenido todo el calado que cabría esperar. Y es raro porque, citando a las señoras del baptisterio romano, ¿a quién no le va a gustar un tobogán gigante de 700 metros de longitud con velocidad regulable?
Dónde: Calafell
3. Escape room con restaurante
Enigmatium Room es el único restaurante con escape room de España –aunque también está en Valencia, en Toledo y en Madrid–. Se trata de un restaurante en el que además de comer, asistirás a espectáculos de magia y tendrás que resolver más de un enigma.
La comida tampoco será muy convencional por dos cosas: primero, hay barra libre, y segundo, irán preguntando a los comensales y tus respuestas se podrán intercambiar por pistas. Al acabar la cena, comienza el verdadero juego de escape, ¡y ojo! A diferencia de otros, aquí no solo tendrás que resolver enigmas, sino interactuar con el actor.
Dónde: Passatge Dos de Maig, 8
4. Oscuridad: el escape room que pone a prueba tus sentidos
¿Recuerdas aquellos monstruos que vivían en la oscuridad cuando eras un niño? Atrévete a adentrarte en su territorio y volver para contarlo. Oscuridad es una aventura única, un escape room diferente a lo convencional, así que no esperes acertijos y misiones, pero prepárate para nuevas emociones y experiencias que pondrán a prueba tus sentidos. Buena suerte y… ¡mantén tus ojos abiertos!
Dónde: Trafalgar, 17
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5. Laser Tag
El Laser Tag es una forma de ocio que, si no conocías, es muy probable que te hayas imaginado: seguro que el paintball te gustaría (o te gustaría más) si tuviera más de paint que de pain.
Por eso, casi como hecho a tu medida, Laser King pone a tu disposición chaleco y pistolas láser y un escenario psicodélico. Un plan para hacer de la acción y de la diversión la misma cosa. Para derrochar adrenalina, desarrollar conocimientos tácticos y generar un compañerismo y una rivalidad sana pocas veces vistas.
Dónde: Av. D’Alfons XIII
6. The indoor jumping club
Cerca de la torre Agbar hay un parque indoor de camas elásticas. Y el concepto es tan sencillo como divertido y, por si fuera poco, su puesta en práctica supone una actividad deportiva. Tanto es así que diez minutos saltando en una de sus camas elásticas equivale a media hora de running.
The indoor jumping club tiene 1.200 metros cuadrados de camas elásticas, está en la calle de Perú, 160-162 y abre de lunes a domingo de 10 a 14h y de 17 a 21h.
Carrer del Perú, 160