El auge de las exposiciones inmersivas se debe, en parte, a una voluntad por democratizar la cultura y el arte. Sumergirse entre pantallas de colores es una experiencia que suele gustar a niños y adultos, y todos la hemos vivido alguna vez. Nuestra mirada recorre cada uno de los puntos de luz y observa cómo los elementos interactivos se van acercando y alejando. Con esa intención de hacer del arte un punto de encuentro entre pequeños y mayores surge teamLab. Arte, tecnología, naturaleza, una propuesta presentada por el colectivo teamLab que puede visitarse en CaixaFroum hasta el 9 de enero.
Mediante dos instalaciones artísticas de grandes dimensiones, este equipo multidisciplinario nos ofrece una exposición innovadora. En ella, arte y naturaleza se abrazan para recrear ante nuestros ojos mundos repletos de naturaleza que van cambiando con el paso y la interacción de los visitantes. Una metáfora de que nuestra huella en la tierra tiene consecuencias para el planeta.
teamLab. Arte, tecnología, naturaleza es un canto a esta última; una oda para redescubrirla, acercarnos a ella, vivirla de un modo distinto a como lo hemos hecho hasta ahora. También es una invitación a repensar nuestros modos de habitar el planeta, y es que las piezas de la exposición exploran cómo el uso de tecnologías digitales con fines artísticos puede cambiar el comportamiento individual de los visitantes. Con esa influencia entre ellos y la obra de arte, el colectivo consigue borrar los límites entre ambas partes, creando así un diálogo y una bidireccionalidad a la que no estamos acostumbrados al visitar una exposición.
Las dos instalaciones interactivas que conforman la exposición son Born From the Darkness a Loving, and Beautiful World y Graffiti Nature: Lost, Immersed and Reborn. La primera da la bienvenida a los visitantes y está formada por proyecciones en las que podemos ver elementos de la naturaleza mezclados con grafías de origen chino.
Cuando un visitante interactúa con las grafías, se le despliegan varios elementos de la naturaleza: agua, viento, un pájaro, una flor… Al igual que en la naturaleza, cada imagen es generada por la interacción con el resto de los componentes.
La segunda instalación recrea un ecosistema en el que conviven varias criaturas dibujadas por los visitantes. El ecosistema se equilibra en función de la cantidad de seres vivos que existan en cada una de las especies.
De esta forma, los visitantes toman conciencia de su papel dentro del ecosistema al tiempo que viven una experiencia tecnológica impactante. Si se quedan quietos, las flores aparecen a su alrededor; si caminan, los pétalos de las flores se dispersan por el espacio. De forma similar, al acercarse a los animales, sentirán nuestra presencia y empezarán a moverse.
Por todo ello, teamLab. Arte, tecnología, naturaleza es una propuesta de tecnología digital única. Una gran exposición en la que se proyecta en todas las paredes de la sala y de la que ha formado parte un grupo interdisciplinario de artistas, programadores, ingenieros, animadores, matemáticos y arquitectos. Todos ellos forman parte del colectivo teamLab, fundado en 2001 por Tohsiyiki Inoko y cuyas obras son reconocidas en todo el mundo, formando así parte de colecciones permanentes en museos como el Asian Art Museum de Nueva York, la Borusan Contemporary Art Collection de Estambul o el Amos Rex de Helsinki.