La historia nos cuenta que Barcelona es la ciudad con más dragones: están, principalmente, en fachadas de edificios, como el Park Güell, el Palau de la Generalitat o la mismísima Casa Amatller, ubicada en mitad del Passeig de Gràcia. Aquí, sin ir más lejos, hay más de 60 dragones por todo su edificio. Además, la iconografía del dragón la vemos presente en el estilo Modernista. Ahondamos en ese vínculo para viajar a la Barcelona del 1900 y a los orígenes del Modernismo catalán para saber cómo este animal ha perdurado en el imaginario colectivo catalán a lo largo de los años.
- ¿Por qué habéis decidido reivindicar la figura del dragón dentro de la simbología catalana?
Como nuevo equipamiento cultural de referencia sobre el Modernismo en la ciudad, no podíamos pasar por alto los dragones. Durante siglos, han sido de los mayores protagonistas de nuestra narrativa popular y, a día de hoy, siguen presentes como fenómeno audiovisual a través del cine, las series, los videojuegos y, física y arquitectónicamente por todo el territorio.
Desde el Museu Digital hemos querido darles un espacio dentro de la exposición temporal DRAGONES, LA EXPERIENCIA INMERSIVA para revisar la historia de esta criatura mitológica y sus representaciones en Catalunya, pasando por la Llegenda de Sant Jordi, los grupos de diablos de gran parte de los municipios catalanes o su presencia en las fachadas modernistas y otros puntos emblemáticos de la ciudad.
- Cuando pensamos en un dragón, los catalanes tenemos en la mente al dragón de Sant Jordi. Pero, ¿cuál es la historia de los dragones en Barcelona?
Los dragones han sido un símbolo innegable de la corona catalana, con la cimera del dragón alado, que siempre se asocia al rey Jaime I el Conquistador, aunque no se ha encontrado ninguna prueba iconográfica de ello. Sí fue el emblema personal de Pedro III el Ceremonioso y sus descendientes que mantuvieron su uso. Tomaron una significación especial a nivel cultural durante el período del Renacimiento y, a nivel artístico y estético, durante el Modernismo.
- Barcelona es la ciudad del mundo con más dragones en sus edificios. Los encontramos en el Palau de la Generalitat y en importantes fachadas. ¿Por qué nadie ha reivindicado esto anteriormente?
Hay una reivindicación figurativa pero no contextual. Se reconoce el dragón como símbolo pero el background histórico es, en cierta medida, desconocido aunque, desde hace siglos, forman parte de la iconografía de la ciudad.
Más que preguntarnos por el por qué no se ha reivindicado anteriormente, nos centramos en el por qué sí darle importancia, en el por qué es necesario profundizar en nuestra historia y los elementos que nos rodean para reforzar nuestra narrativa colectiva.
Es interesante apuntar que en Occidente existe una imagen alterada de los dragones, representan el mal, la lucha entre luz y oscuridad, el antihéroe, cuando en las culturas asiáticas significa poder, sabiduría y respeto. Aún así, en Catalunya, se ha perpetuado una asociación positiva con el mito del dragón y, los primeros, tenían forma de serpiente enorme con garras de león y cabeza de mamífero (en la fachada de la Casa Amatller se puede apreciar).
- El Museu Digital Casa Amatller muestra por primera vez al mundo el vínculo entre los dragones y el Modernismo catalán. ¿Podrías hablarnos un poco de esa relación?
La relación entre dragones y Modernismo la potencian, en cierta medida, los arquitectos y artistas de principios del siglo XX: Antoni Gaudí, Puig i Cadafalch, Josep Vilaseca, Enric Monserdà, Eusebi Arnau … que llevan la iconografía del dragón a otro nivel, empapando toda la ciudad de estas criaturas fantásticas.
Un valor añadido de nuestro proyecto es la unión que hemos conseguido entre historia, arte y sociedad y las nuevas tecnologías, acercando los dragones al gran público a través de una proyección 360º dentro de casi 500 metros cuadrados de pantallas y una experiencia mágica de Realidad Virtual, lo que nos ayuda a explicar esta relación a través de un lenguaje ágil y comprensivo para el público general, en forma de entretenimiento.
- ¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de tejer este proyecto en Casa Amatller?
Construir un nuevo equipamiento cultural en Barcelona y, concretamente, dentro de un edificio patrimonial como es la Casa Amatller ha sido el primer gran reto. Y el segundo, dotar de tal profundidad al contenido que exponemos.
- ¿Cómo ha sido el proceso de documentar la historia de la Barcelona del 1900 y los orígenes del Modernismo?
Hemos trabajado de la mano de la Fundació Institut Amatller d’Art Hispànic, entre otras instituciones y profesionales del sector y ha sido una maravilla. Podríamos seguir rascando y siempre hay una curiosidad más a descubrir o un personaje más a tener en cuenta que configuran los orígenes del Modernismo en nuestro país.
Te das cuenta que somos las mismas personas pero en espacios de tiempo distintos y que seguimos compartiendo valores, sueños y luchas y que nos organizamos de una manera similar tanto a nivel social como económico o cultural, aunque las revoluciones sean distintas: en 1900, industrial, en 2023, totalmente tecnológica.
‘DRAGONES, LA EXPERIENCIA INMERSIVA’ se puede visitar ya en este emblemático edificio modernista.
- La Sala de los Dragones es una de las más importantes dentro de la nueva experiencia inmersiva Museu Digital Casa Amatller, pero la casa en sí ya cuenta con unos 60 dragones por todo su edificio. ¿Hay alguno que sea más representativo?
Cierto, más de 60 dragones junto con otros animales fantásticos. Como anécdota, en el Museu Digital está expuesto un dragón de hierro que encontramos escondido en el ático de la Casa.
Y después está el pequeño dragón de la farola de la entrada, que toma vida en la experiencia de Realidad Virtual y nos acompaña en un viaje irrepetible por el piso principal dónde vivía la familia y sobrevolando entre las nubes los edificios más emblemáticos de la Barcelona del 1900, encima de su lomo.
- ¿Con qué parte de la experiencia inmersiva te quedas?
El retablo digital, creado con inteligencia artificial, que reinterpreta con tecnología del siglo XXI los protagonistas de la leyenda medieval de Sant Jordi es muy impresionante y consigue esta unión conceptual entre siglos y símbolos.
- ¿Tenéis pensado preparar actividades en torno a la exposición?
En un segundo estadio, la idea es crear un espacio de reflexión y pensamiento para abordar cómo la identidad cultural catalana puede ser una herramienta clave para el desarrollo de Barcelona y Cataluña a partir de la inspiración de la ciudad del 1900 y de la energía del modernismo.
Se trata de replantear los valores universales que inspiraron y fueron motor del modernismo, como el orgullo por el trabajo bien hecho, el compromiso social, el trabajo en equipo, la voluntad de progreso transversal, la sensibilidad artística y humildad, y reivindicarlos como base para construir una Barcelona y Cataluña fuertes e innovadoras en el panorama mundial. Interrelacionar cultura, historia y sociedad a través de la ciudadanía.