Adéntrate en la belleza de esta joya arquitectónica mientras degustas un pastel de Hoffmann
Si has pasado el verano en la capital, puede que hayas aprovechado para visitar edificios que tenías pendientes. Y si justo aterrizas de nuevo, tal vez te apetezca hacerlo ahora. Porque, si de algo puede presumir Barcelona, es de contar con auténticas joyas arquitectónicas. Más allá de la Sagrada Familia, el Park Güell o la Pedrera, una de sus obras más importantes es la Casa Vicens. Y hoy queremos hablarte de una ruta por este edificio, su primera gran obra.
Sol, solet, vinam a veurer nos invita a descubrir los rincones de la Casa Vicens mientras disfrutas de una experiencia gastronómica. Degustarás un pastel de frambuesa y yogurt, aromatizado con té de rosas, elaborado por la Escuela de Hostelería Hofmann.
También podrás subir a la azotea del edificio, que cuenta con unas privilegiadas vistas. Y por supuesto contemplarás la belleza de este edificio mestizo y moderno, donde las técnicas catalanas se fusionan con las islámicas, japonesas e inglesas. Un pequeño oasis de belleza que es posible visitar todos los días de 10:00 a 20:00h.