Hay muchas cosas que podemos hacer fuera de Barcelona y sin tener que ir demasiado lejos. Si de algo puede presumir Catalunya es de ofrecer un vasto recorrido de paisajes y texturas: sobre el mar, la montaña o los extensos campos llanos. Incluso hay territorios que prácticamente aglutinan esas tres texturas. Es el caso de Castelldefels, que además de ofrecernos una larga playa y zonas montañosas nos regala las espectaculares vistas desde su Castillo.
Situado en la franja costera entre el macizo del Garraf y Barcelona, el Castillo es un símbolo protector e icónico de la ciudad. Durante muchos años sirvió para tomar el control territorial de la misma. Por primera vez, desde mediados de este año, este icónico Castillo ha abierto sus puertas para los visitantes, ofreciendo varias rutas históricas y culturales para todas las edades. Además, este año nos sorprende con Piratia, una nueva experiencia inmersiva e interactiva que nos permite adentrarnos en el mundo de la piratería apelando a los sentidos.
Piratia
Se trata de un viaje multisensorial en el que el visitante forma parte de una tripulación pirata. En él, deberá poner en práctica elementos clave de la piratería a través del juego. Se encontrará con ataques piratas, la defensa de la costa o los botines, entre muchos otros.
Piratia es una actividad familiar que a través de elementos audiovisuales, escenográficos, lúdicos e interactivos nos narra la piratería, pero también el contexto social y político en el que surge este fenómeno.
Esta iniciativa de juego colectivo nace de una clara raíz histórica: entre los siglos XVI y XVII, el Castillo sirvió contra los ataques de piratas berberiscos. Más tarde, en 1897, el banquero y político catalán Manuel Girona lo compró y rehabilitó.
La iglesia
También vinculada a la piratería, destaca la iglesia del recinto. Se trata del espacio más antiguo del Castillo. Construida sobre restos ibéricos y romanos, su visita ofrece una experiencia inmersiva audiovisual para conocer de forma clara, visual y cronológica los orígenes de la ciudad y su relación con la piratería.
La planta noble
Este espacio está formado por varias salas que nos ayudan a entender la vida en el Castillo. Por un lado, la sala Noble es la más destacable: es testigo de grandes fiestas y celebraciones de la burguesía catalana. Destaca su elegante chimenea de piedra y escayola, así como los arrimaderos de madera.
Por otro lado, la sala de Esgrima es un espacio acogedor decorado con pinturas del siglo XVIII y restauradas a finales del XIX. Su amplio ventanal nos ofrece unas espectaculares vistas al Parque Natural del Garraf.
Los jardines
Más allá del Castillo, éste se encuentra rodeado por unos hermosos jardines que cuentan con una ubicación privilegiada encima de un montículo. Son ideales para recorrerlos dando un paseo, descansar o como espacio de encuentro al aire libre. Además, el espacio dispone de un escenario para la realización de varios actos culturales y de una zona de bar.
Visitas: durante las fiestas navideñas, el recinto arquitectónico amplía su horario y abrirá del 23 de diciembre al 9 de enero. Tan sólo permanecerá cerrado el 25 de diciembre y el 5 de enero.