Ya hemos visto cambios en el pavimento de las Ramblas en algunas partes de su recorrido, pero pocos cambios más notables en la superficie del paseo que la desaparición de uno de sus símbolos históricamente más icónicos: los quioscos de floristas y pajareros que desde hace décadas ocupan el tramo central del paseo.
Barcelona ha anunciado el desmantelamiento definitivo de las 11 paradas de ocellaires que ocupaban el tramo final de las Ramblas, el más cercano al paseo.
Este desmantelamiento definitivo de las paradas de los antiguos pajareros se produce después de que el Ayuntamiento recuperara su titularidad mediante autorización judicial. El cierre de estos establecimientos se llevó a cabo en dos fases: la primera, el 21 de agosto, cuando se recuperó la titularidad de seis de ellos; y la segunda, el 16 de septiembre, cuando personal del Instituto Municipal de Mercados de Barcelona (IMMB) recuperó las llaves de las cinco paradas restantes. Desde entonces, todas las paradas han permanecido cerradas y ahora se procede a su eliminación.
Un adiós anunciado
Los antiguos pajareros dejaron de vender animales en 2009, transformando sus negocios en quioscos de helados, dulces, entradas, recuerdos, entre otros productos. Su oferta empeoró notoriamente el aspecto del paseo, con unos quioscos convertidos, de facto, en tiendas de souvenirs o productos destinados exclusivamente al turismo.
Por eso, el Plan Especial de Ordenación de la Rambla, aprobado en 2016, ya no contemplaba su continuidad. El 14 de junio de 2021, el Ayuntamiento notificó a los titulares la extinción de las concesiones otorgadas en 1971 por un período de 50 años.
Y aunque los afectados emprendieron acciones legales contra esta decisión, todas las resoluciones han respaldado los argumentos municipales, defendiendo la desaparición de estos establecimientos en favor del interés general.
Adiós a la mitad de las floristas
Este no es el primer paso en la limpieza del paseo: en octubre ya se retiraron siete paradas de floristas que habían quedado en desuso, aunque las ocho que siguen en activo continuarán operando y se verán afectadas por las obras del paseo.
Cuando las obras requieran ocupar la parte central de la Rambla, las paradas de flores se trasladarán provisionalmente a la plaza de Catalunya, para después volver a su ubicación original.
Con estas actuaciones, Barcelona sigue trabajando la reforma de las Ramblas, que supondrá una reestructuración total del paseo más icónico de la ciudad. Durante toda la duración de las obras, el Ayuntamiento ha habilitado el Espai Rambla, un punto informativo ubicado en los bajos del Palau de la Virreina, abierto de lunes a viernes, donde obtener información detallada sobre el avance de las obras y el futuro de la Rambla.