
El Molino de Barcelona nació hace casi un siglo como café teatro. Ahí se iba a disfrutar de un espectáculo mientras se comía y bebía algo… O viceversa. Mucho ha pasado desde entonces, pero el legendario local de las aspas rojas conserva en pleno siglo XXI esa esencia, ofreciendo una amplia carta de cócteles, tapas y bocadillos para darse un buen homenaje.
Anteriormente ya te hablamos de El Molino como local de referencia en la escena musical barcelonesa y de toda su historia, y hoy toca deleitarse con su carta, donde la gastronomía y la coctelería más vanguardista y selecta se dan la mano con los clásicos de siempre.
Cócteles con mucho ritmo
Acabas de entrar en la sala y esas luces tenues y esa suave música que suena de fondo antes del show te invitan a tomarte un cóctel. La carta de El Molino incluye ni más ni menos que 20 opciones con alcohol y 4 sin. Podemos disfrutar de clásicos como alguna variedad de Martini, un Mai Tai o un Manhattan o dejarnos sorprender con propuestas menos conocidas y de nombres tan sugerentes como Origami, Oreneta, Somorrostro o Shiva.
Para ayudarnos a elegir, la carta de cócteles divide las bebidas en géneros musicales, por lo que podemos pedir en función de nuestro mood del día. ¿Vas en busca de sensaciones fuertes? Prueba con el Hardcore-Punk. ¿Necesitas tomarte las cosas con calma? Prueba Jazz o Clásica.
Si hoy no nos apetece un cóctel, la carta de bebidas de El Molino también incluye una buena selección de vinos, cervezas y refrescos.
Bocatas y tapas: una jam session de sabores
¡Y llegó la hora del bocadillo! Cuando veas que los camareros empiezan a servir suculentos y humeantes platos a ti también te entrará el gusanillo. En su carta gastronómica, El Molino ofrece siete bocadillos, siete propuestas de sobra conocidas pero con twists llenos de sabor y guiños a culturas remotas.
Por ejemplo, el clásico pepito de bistec ternera se ve potenciado por una salsa de almadroc (algo así como un all i oli con siglos de historia) o el bocata de calamares de siempre gana y mucho con kimchi y mayonesa cítrica. Tampoco podemos dejar de recomendar el bocadillo de butifarra esparracada con gírgolas y emmental.
Para acompañar encontramos platos para todos los gustos. Obvio, las croquetas, que aquí se sirven de chipirón en su tinta o de rabo de toro, las patatas bravas o los imprescindibles buñuelos de bacalao.
O tapas menos obvias pero igualmente imperdibles: del huevo rebozado con mayonesa de trufa a la bruschetta de salmón ahumado con mayonesa de miel y mostaza.
Podemos rematar el repaso gastronómico con un postre de la casa. Ahora mismo tienen en carta el tiramisú de Baileys y la tarta banoffee.
La cocina de El Molino está abierta durante todas las sesiones de música o comedia. Así, durante cualquier concierto o sesión de Hilària Club podrás disfrutar de un pequeño picoteo o de todo un festín… Nosotros te recomendamos venir con hambre para no perderte nada.