Fismuler, uno de los restaurantes de moda de Barcelona, ofrece este impresionante menú de mediodía que incluye su famosa tarta de queso.
Arrancó su éxito en Madrid. Allí se hizo famoso por la aparente sencillez de su platos –detrás de los cuales hay un trabajo enorme– y la calidad de su producto de mercado y de temporada. Bueno, y por su impresionante tarta de queso. Y es que esta tarta es tan espectacular que incluso la madrileña cadena de pastelerías Mallorca le ha comprado la receta para poder comercializarla.
Es probable que, precisamente por esa obsesión por cuidar el producto, si vas hoy a Fismuler (y deberías), cuando vuelvas dentro de un mes comas algo bien distinto.
Sus platos son la prueba de que la buena cocina no necesita de nombres rimbombantes: solo de buenas manos y buen producto. Y una buena forma de tomarle el pulso a sus fogones y a su carta es su menú del día.
Olvida aquella idea que tenías del menú del día de batalla, para salir del paso, de ensalada mixta y filete con patatas. Porque el menú de Fismuler para los días entre semana es una auténtica pasada.
La propuesta consiste en, como siempre ha hecho Fismuler, ofrecer platos clásicos y aparentemente sencillos, como sus buñuelos de calamar, su tortilla de bacalao, su escalope vienés con huevo y trufa, o su arroz meloso con berberechos, sin olvidar tampoco su corvina con kimchi, su rodaballo a la meniere o su steak tartar.
La oferta de Fismuler es irrebatible y con este menú podrás probar algunas de sus mejores creaciones en un menú cerrado que incluye seis platos a cual más irresistible.