El pasado mes de junio pudimos visitar La Pausa en el barrio madrileño de Chamberí, una experiencia inmersiva diseñada por Ruavieja que sirvió como terapia de grupo para todos aquellos asistentes que pudieron vivirla de primera mano. En ella, la presentadora Tania Llasera hizo reflexionar sobre el hecho de desconectar del día a día, de forma que todo el mundo pudo contarle al resto, cuáles son las cosas que le ayudan a vencer al estrés.
Después de pasar unos minutos en un túnel lleno de pantallas donde fuimos bombardeados con todos los estímulos a los que estamos sometidos de manera habitual: telediarios, tráfico, sonidos de motor, relojes… Viajamos hasta un auténtico oasis donde parecía que el tiempo y los problemas, quedaban relegados a un segundo plano.
Con La Pausa, Ruavieja tenía como objetivo hacer reflexionar al público, sobre la velocidad a la que nos vemos sometidos en la vorágine del día a día, promover los encuentros de calidad y aprovechar cada ratito para disfrutar de lo que de verdad importa. ¡Y vaya si lo consiguieron!
Tomarse una pausa de todo para desconectar
Lejos de intentar que todo lo que hacemos tenga utilidad práctica, o que cualquier actividad responda de manera eficiente a la resolución de cualquiera de las obligaciones del día a día, Ruavieja nos muestra que quizá, lo más útil y necesario, sea tomarse un tiempo de todo para dejar la mente en blanco (o no) y disfrutar de lo que realmente importa: ser feliz.
A continuación te contamos algunas de las actividades que nombró el público durante el evento, cuando Tania les hizo la pregunta: ¿cuál es tu forma de desconexión favorita?
Darlo todo en el gimnasio (o en el parque más cercano)
Hacer ejercicio va exclusivamente sobre estar en forma o no. También es una acción buenísima para alejar el estrés y ganar en salud mental. Estar ilocalizable un par de horas, tener un rato para pensar y sacar la motivación necesaria para ir superando los retos a los que cada uno pueda enfrentarse. La verdad es que no suena nada mal
Disfrutar de una buena sobremesa
Alargar la comida es una tradición que nos hace únicos. Poca gente fuera de este país es capaz de pasar tanto tiempo alrededor de una mesa acompañados de algo dulce para tomar, como una crema Ruavieja bien fresquita en verano y cualquier conversación intrascendente con la que pasarlo genial. Sin olvidar tampoco el buen parchís, culpable de muchas sobremesas interminables (para bien).
Devorar un libro dejando a un lado distracciones
¿Cuándo fué la última vez que estuviste más de veinte minutos centradx en algo? Saborear una buena historia con calma y tranquilidad es una de las experiencias más satisfactorias que existen. Histórica, ensayo, ciencia ficción, teatro, romántica… No importa el tipo de relatos que más te gusten, hay un montón de libros pensados para emocionar a cada tipo de lector, mientras disfrutas de una crema Ruavieja con un hielo. ¿Ya sabes cuál será tu próxima aventura?
Crear una pieza de artesanía única
¡Estrés a un lado! Crear cosas con las manos se podría considerar una actividad terapéutica. Cerámica, ilustración, serigrafía o incluso revelado fotográfico, no hay nada como meter el móvil en un cajón y poder dedicarle a cada cosa el tiempo que se merece. ¡Los procesos analógicos no entienden de prisa!