El calor se combate bajo techo.
Bueno, seguro que la afirmación del titular es tan tajante como discutible y puedes llegar a imaginar hasta diez sitios más en los que puedes pasar frío.
La cosa cambia si afinamos el tiro y decimos que es el único sitio de Barcelona en el que puedes estar a 15º bajo cero y que, al mismo tiempo, tiene los metros cúbicos necesarios para poder socializar. Es decir, que no es un congelador.
O no al menos un congelador como el que tienes en casa. Porque si nos atenemos al significado del sustantivo, es precisamente eso: un congelador.
A los pies de la Barceloneta se encuentra un local en el que todo, menos el trato, es de hielo: las barras, los vasos, las esculturas. Hablamos de Icebarcelona, probablemente el bar más curioso de toda la ciudad. Un bar al que puedes ir y comprar tu entrada por anticipado en este link.
Apenas ha necesitado diez años en Barcelona para erigirse en clásico. Clásico no recurrente, pero clásico. Lo de no recurrente lo decimos porque Icebarcelona no es un sitio diseñado para que el camarero sepa lo que quieras con verte. No está hecho para ser “el bar de siempre”.
Sin embargo, uno de los elementos que pueden remozar la frecuencia de visita a Icebarcelona es el de las esculturas. Las esculturas -de hielo, por cierto- van cambiando. ¿Las razones? Porque cada vez que abres la puerta entra una ráfaga de aire caliente digna de convertir el bar en una piscina. De ahí que la temática de las esculturas de hielo vaya variando: han tenido homenajes a Barcelona, homenajes a Juego de Tronos, homenajes a Star Wars.
Dentro de que es una experiencia que se sale de todo lo habitualmente concebido, se entiende que el precio vaya acorde con eso (el precio es otro de los motivos por los que la clientela del bar no es recurrente). A fin de cuentas, hay que financiar el gasto de hielo, que viene desde Bélgica (sí, yo tampoco lo entiendo), de electricidad y de empleados -que, a ver quién es el guapo que pone buena cara trabajando a temperaturas que ni en la comunión de Tolstoi-.
El precio de la visita es de 17’5 con consumición incluida (16€ si lo compras en Fever). También vienen incluidos los guantes y el anorak. Lo que no se incluye es el Actimel que necesitarás para sobrevivir a la diferencia de 50º con respecto a los grados que hay fuera.