
El Port de Barcelona ha abierto al público el Moll de Pescadors, un espacio en el que se podrá conocer de cerca la labor de los pescadores, así como presenciar en directo la subasta del pescado en la renovada Llotja de Pescadors.
El proyecto, que ha contado con una inversión aproximada de 14 millones de euros hasta ahora, ha ampliado en 2.500 metros cuadrados el espacio disponible para el público en el Port Vell.
Con esta reforma, los visitantes también podrán llegar hasta la Torre del Rellotge, el edificio más antiguo del puerto con más de 250 años de historia, catalogado como Bien Cultural de Interés Local.
La nueva Llotja de Pescadors, que se reformó en 2024, ahora está integrada con el resto del espacio del puerto. Un diseño que ha sido galardonado con el Premio Ciutat de Barcelona de Arquitectura y Urbanismo, de los arquitectos Carlos Ferrater, Lucía Ferrater y Jesús Coll.
El Moll de Pescadors cuenta ahora con una nueva fábrica de hielo, acometidas de agua y luz del muelle y la instalación de una pérgola fotovoltaica en el patio de redes.
En los próximos meses, se abrirá un restaurante especializado en cocina mediterránea con productos de proximidad, para completar la experiencia gastronómica de este espacio.
Además, se rehabilitarán los tinglados existentes y se les dotará de placas solares, lo que permitirá generar 376 MWh anuales de energía renovable, y se instalará un nuevo punto verde para la gestión de residuos derivados de la actividad pesquera, financiado parcialmente con fondos europeos.
Todos estos desarrollos harán que esta zona del puerto de Barcelona supere los 20 millones de euros de inversión, con la reurbanización del Carrer Escar y la mejora de los accesos hasta la Torre del Rellotge.
También se prevé la puesta en marcha de un transbordador que conectará el Moll de Pescadors con el Moll d’Espanya, facilitando la movilidad entre los barrios de la Barceloneta y Ciutat Vella.
El presidente del Port de Barcelona, José Alberto Carbonell, ha destacado la importancia de esta apertura: “Durante mucho tiempo, el acceso al Moll de Pescadors estaba restringido. Ahora, los ciudadanos pueden visitar la Torre del Rellotge y conocer de primera mano la labor de los pescadores y la subasta del pescado”.