Desde este miércoles, los edificios públicos y escaparates de Barcelona no pueden permanecer encendidos más allá de las 22 horas. Esta es una de las medidas que el Consejo de Ministros aprobó el lunes pasado para reducir el consumo de energía en edificios administrativos, recintos públicos y comercios.
Hasta el 1 de noviembre de 2023, estos espacios deberán permanecer apagados durante toda la noche. La norma se aplica a todos los escaparates comerciales y los edificios públicos desocupados de España.
En las primeras noches de aplicación de la norma, el seguimiento ha sido desigual, y en las calles más emblemáticas y comerciales, como Portal del Ángel o Passeig de Gracia, no todos los escaparates aparecieron apagados, tal y como explican medios como Betevé o elNacional.
Además, el Gobierno también ha limitado la temperatura de aire acondicionado y calefacción, que no podrá situarse por debajo de los 27 grados en verano y por encima de los 19 grados en invierno. Tiendas, grandes superficies, hoteles, cines y teatros o estaciones de tren, autobús o aeropuertos tendrán que cumplir con esta medida a partir de la semana que viene.
Entre otras medidas, las puertas de acceso a estos locales deberán con cierres automáticos antes del 30 de septiembre de 2022 y los inmuebles tendrán que hacer una revisión extraordinaria de sus calderas e instalaciones térmicas antes del 31 de diciembre de 2022, si la última la hicieron antes del 1 de enero de 2021.
El decreto se ha adoptado para cumplir de los compromisos europeos derivados del conflicto en Ucrania en materia energética.