Otto Zutz: hip hop, electrónica y 35 años que la avalan como una de las mejores discotecas de Barcelona.
Quien vive en Gràcia lo sabe: los bares cierran insultantemente pronto y la hora a la que te echan de las plazas en las que está tácitamente permitido beber alcohol es excesivamente prematura. Así, el merodeador de estas zonas a altas horas se suele ver condenado o abocado a acabar la noche en su casa -lo que vulgarmente ha venido a ser llamado como un pedo-cama-.
Otras veces en las que el ánimo infundado pesa más que las ganas reales hay quien te empuja para acabar en una discoteca grande de Poblenou o de Poblesec. Siendo que en lo que dura el trayecto se te han pasado ya las ganas de todo.
No obstante, al buen conocedor -al que también le hacen falta pocas palabras- los dos párrafos anteriores le sonarán a suomi: Otto Zutz es la respuesta. Da igual la pregunta mientras la palabra fiesta aparezca entre alguno de sus sintagmas. Otto Zutz, suena en la cabeza del conocedor. Miércoles, jueves, viernes, sábado.
Los hitazos de hip hop que suenan en las emisoras estadounidenses y la mejor música electrónica como pilares básicos de una discoteca hecha a medida del barcelonés. Aunque dada la extensión de su fama, la multinacionalidad presente en la sala es el denominador común: erasmus o yankis buscando lo que sea que le den en su país copan las dos plantas de Otto Zutz.
Con 33 años sobre sus espaldas y situada en una antigua fábrica textil, esta icónica discoteca de la zona alta de la ciudad catalana es la flamante novedad de Fever. Y en la página nos ofrecen el mejor precio.