¿Se puede ver lo mejor de Gaudí en un día? No lo sabemos, lo que sí tenemos seguro es que podemos intentarlo. Hemos trazado una ruta para exprimir la Barcelona del rey del modernismo catalán.
Lo primero que tienes que hacer para empezar la ruta de Gaudí con fuerzas es… desayunar. Vas a caminar, y bastante, así que coge fuerzas con el estómago porque vas a necesitarlas. Y también llévate una botellita de agua y protección solar, ambas imprescindibles si eres de esos a los que no le amedrentan el sol y quieres aprovechar los días de verano. Ya lo que faltaba es que además del pateo volvieras rojo a casa.
Una vez preparado, vamos a nuestro primer destino: El Parc Güell. Entrar al parque no es gratis, ya avisamos, pero merece la pena. A partir de las 10:00 las puertas están abiertas y puedes recorrer sus caminos y disfrutar de una mañana entre árboles, estatuas de dragones, fuentes y los edificios que alberga, como la Casa Museu Gaudí, la Casa del Guarda de Carrer Olot o el MUHBA (Museu d’Història de Barcelona). Bueno, eso y bastantes turistas y jóvenes creyéndose en la intro de Los Serrano.
Muy cerquita del Parc Güell encontramos la Casa Vicens, cuya fachada es digna de ver. Es tomar un pequeño desvío en nuestro camino y te lo recomendamos si tienes pensado hacer esta ruta cuando acabe el verano.
Lo siguiente en la lista es el plato estrella de Gaudí, la Sagrada Familia. Una ruta de Gaudí sin pasar por aquí, por muy obvio que sea, sería imperdonable. Lo mejor es que le dediques un rato, tanto a deleitarte por fuera con todos los detalles de la fachada como apreciar cada rincón de su interior. Y te proponemos un reto si llegas pronto y vas sobrado de tiempo, encontrar los 33 cuadrados mágicos que se encuentran desperdigados por la basílica.
Cuando acabes tendrás un poco de hambre, y mucho cansancio. Puedes hacer dos cosas, o comer allí o andar un poquito (no está excesivamente lejos) hasta el metro de Diagonal y almorzar por esa zona, donde comenzará una sesión de tarde con los destinos un poco más cercanos (de nada, pies). Si optas por lo segundo puedes probar los platos de Els Jardinets de Gràcia en el número 116 del Passeig de Gràcia, muy cerca del próximo destino.
Ese destino es La Pedrera, emblema de Gaudí donde los haya y uno de los edificios más populares de Barcelona. Y siguiendo la calle un poco más abajo te encontrarás con otro plato fuerte del genio barcelonés y otra fachada legendaria de nuestra ciudad, la Casa Batlló. Muchas veces se nos olvida la suerte que tenemos de contar con estas dos genialidades tan a tiro de piedra.
¿Aún con más ganas de fachadas de Gaudí? Vale, si es así sigue bajando por Passeig de Gràcia y desvíate un poco hasta Casa Calvet. Quizás no sea tan conocida como las dos anteriores, pero siendo de quien es, sabes que no te va a defraudar.
Ahora toca merendar y prepararte para el tramo final. ¡Ánimo! Ya queda poco. Baja por Via Laetiana hasta Museu Diocesà, un museo dedicado a Gaudí. Esperemos que vayas bien de ritmo, porque durante los meses de buen tiempo no cierra hasta las 20:00. Apúralo hasta que puedas y que sea el personal el que te saque del edificio, porque después solo nos queda una parada más: el Palau Güell.
Lo puedes ver antes o después de cenar, no hay prisa, porque como no tengas la velocidad de Superman es imposible llegar aquí con el edificio abierto. Pero si te quedas con las ganas de ver lo que hay dentro de su impresionante fachada te recomendamos volver al día siguiente.
Bueno, al Palau Güell y a todo lo que no nos ha dado tiempo. Un día da para mucho pero tampoco podemos hacer milagros. Y más con todo lo que nos dejó el arquitecto. Si Gaudí te impresiona tanto que no puedes dejar escapar una resérvate otro día para lo que se nos ha quedado en el tintero: El Col·legi de les Teresianes, los Pavellons de la Finca Güell o la Colònia Güell.
Mapa de la ruta:
Fuente foto de portada: okdiario.com