La Copa América dice adiós a Barcelona… definitivamente. La competición de barcos ya ha anunciado una noticia que desmiente los rumores que circulaban: la Copa América no volverá a Barcelona en su próxima edición.
Lo ha anunciado el Emirates Team New Zealand, el equipo neozelandés ganador de esta edición y, por tanto, el dueño de la decisión sobre dónde se celebra la próxima edición del campeonato.
Grant Dalton, consejero delegado del equipo y una de las caras visibles del torneo, afirmó ayer, tras reunirse con el Ayuntamiento, que es difícil que se repita este torneo en Barcelona porque el objetivo del mismo es «aumentar la audiencia y la implicación en diferentes regiones, territorios y demografía», y eso no parece ser posible en Barcelona.
Estas declaraciones coinciden con otras realizadas por el Ayuntamiento, que afirman que alargar la Copa América hasta el 2026 «no aportaría nada». Además, desde el consistorio se ha afirmado que si la Copa América quiere volver a Barcelona debería buscar financiación privada, ya que la ciudad no está dispuesta a repetir la inversión realizada en la competición, cifrada, en principio, en 10 millones de euros por parte del Consistorio que se han de sumar a los 30 millones aportados por la Generalitat y el Gobierno español y cinco millones aportados por la Diputació de Barcelona.
Una competición polémica
La Copa América no ha estado exenta de polémica en la Ciudad Condal. La principal preocupación de los vecinos durante el torneo de vela ha sido la masificación derivada de este gran evento deportivo. En este sentido, el alcalde de Barcelona Jaume Collboni, en una entrevista para TV3, aseguró hace tan solo 5 días que la Copa América había sido todo un éxito, remarcando que esta había tenido una afectación mucho menor en términos de masificación de la ciudad y que, por su parte, había cumplido sus tres objetivos principales para con la ciudad: reconectar la Barcelona con el mar, acelerar la transformación del litoral y tener un gran acontecimiento internacional.
Por otro lado, el ayuntamiento sí reconoció que la competición no había tenido el impacto esperado en el comercio del frente marítimo, pero, contradictoriamente, lo celebró apelando a que esto no ha supuesto la masificación que se esperaba que provocara el evento.