El Bono Cultural Joven fue aprobado en el Consejo de Ministros del pasado martes 22 de marzo. Consiste en un cheque regalo de 400 euros cuyo objetivo es incentivar a los jóvenes al consumo de cultura, uno de los sectores más castigados por la crisis sanitaria. De la iniciativa podrán beneficiarse todos aquellos que cumplan 18 años a lo largo del 2022, los nacidos en el 2004.
Todavía se desconoce la plataforma específica a través de la cual los beneficiarios deberán solicitar la ayuda, que se tramitará por orden de presentación. No obstante, ya se ha anunciado que contará con una tarjeta prepago virtual nominal y que se realizará a través de un pago único. De manera excepcional, los jóvenes que no dispongan de un dispositivo compatible con su formato virtual podrán solicitar una tarjeta física. Su validez tendrá una vigencia de 12 meses tras su concesión.
La partida presupuestaria de este proyecto asciende a alrededor de 200 millones de euros. Fue creada de forma específica para su financiación como parte de los últimos Presupuestos Generales del Estado de 2022. Se estima que se beneficiarán de él alrededor de 500.000 jóvenes. La iniciativa no es del todo novedosa, ya que ha sido implementada anteriormente en países como Italia o Francia e incluso dentro de la geografía española en administraciones locales como la Diputación de Guipúzcoa.
¿Qué incluye el bono cultural?
Tras la introducción del proyecto en la agenda gubernamental a finales del 2021, se generó un debate en torno a las actividades culturales que se incluirían. Finalmente, su versión definitiva está enfocada al consumo de artes en vivo, patrimonio cultural y artes audiovisuales. Incluirá, por lo tanto, entradas para espectáculos de artes escénicas, música en directo, cine, museos, bibliotecas, exposiciones y festivales escénicos, literarios, musicales o audiovisuales. El gasto por beneficiario estará establecido en un máximo de 200 euros.
También recoge la subvención de productos culturales en soporte físico, hasta un máximo de 100 euros en este caso. Se podrán adquirir, por lo tanto, bienes como libros, publicaciones periódicas, videojuegos, discos, DVD y partituras musicales, entre otros. Los restantes 100 euros estarán destinados al consumo digital. En este último grupo se incluirán las suscripciones a plataformas musicales, de lectura, de publicaciones periódicas o de productos audiovisuales, la compra de e-books o audiolibros, la descarga de archivos multimedia y los videojuegos en línea.
Quedará excluida del bono la adquisición de libros de texto curriculares, dispositivos electrónicos o equipos informáticos, instrumentos musicales, productos de papelería, espectáculos taurinos o deportivos, la moda y la gastronomía. Además, el uso del Bono Cultural estará restringido a instituciones y establecimientos adheridos al programa y que se dediquen a la venta de productos y actividades culturales de forma habitual y profesional.