El sueño de un guardia de tránsito… y la pesadilla de un conductor. Trànsit ha estrenado los primeros radares móviles de última generación, conocidos como carros-radar, aparatos ciertamente revolucionarios para luchar contra la siniestralidad en la carretera.
Te explicamos lo que son y dónde encontrarlos.
¿Qué es un carro-radar?
Los radares en remolque o carros-radar son radares móviles diseñados para ser instalados en cualquier carretera, sin necesidad de conexión eléctrica, lo que permite mayor flexibilidad a la hora de ubicarlos. Gracias a su tecnología láser, pueden monitorizar la velocidad de los vehículos de forma dinámica y simultánea en varios carriles. Además, al estar conectados a internet, las multas se gestionan al instante, eliminando la necesidad de presencia policial en el lugar.
Su independencia de la conexión eléctrica les permite cubrir zonas más amplias, incluidas carreteras comarcales. Cada carro-radar cuenta con baterías de larga duración que garantizan su funcionamiento continuo durante una semana, permitiendo que permanezcan varios días en un mismo punto.
Además, gracias a su conexión a internet, estos radares generan y envían automáticamente las multas a los infractores, eliminando la necesidad de un agente presente en el lugar. Este sistema permite gestionar las sanciones de manera más rápida y eficiente.
¿Dónde se instalan?
Según el SCT, su instalación responde a estudios detallados que analizan los puntos negros y los tramos con mayor siniestralidad, con el objetivo de reducir los accidentes en las carreteras catalanas.
El primero de estsos radares se ha instalado ya en el kilómetro 196 de la C-31, en Bellvitge, en sentido Castelldefels, uno de los tramos con mayor accidentalidad. Un segundo radar entrará en funcionamiento este viernes en la AP-7, a la altura de Santa Perpètua de Mogoda, en sentido Tarragona. Queda pendiente informar de dónde se instalarán los otros dos que el SCT ha incorporado.
El Servei Català de Trànsit destaca que en los tramos donde ya se han instalado radares similares, la siniestralidad ha disminuido entre un 65% y un 80%. Estos dispositivos, visibles para los conductores y protegidos contra actos vandálicos, están diseñados para actuar como un elemento disuasorio, fomentando el respeto a los límites de velocidad.