
Adiós a un cine mítico de Barcelona
El Cine Aribau Club -no confundir con Aribau Multicines- se ha ido como más duele: sin previo aviso, sin decir nada. Casi como volatilizándose. Sin tiempo para despedidas, dando paso inmediatamente a los obituarios.
Un par de tuits informando de la clausura y los medios locales llorando la pérdida. Decimos clausura, sí, pero igualmente válido es el verbo claudicar: claudicar a la demanda de cine por internet y claudicar a la oferta comercial. Porque el Cine Aribau Club no se entiende sin su inclinación hacia el cine de autor.
Y, dado el caso, si la vaca no da leche, puede llegar a ser normal que sea sacrificada. Así lo han debido pensar desde el Grupo Balañá -gestores del cine-, que años antes han cerrado el Rex, el Urgel o el Club Coliseum.
Las salas del mítico Aribau Club no siempre fueron conocidas como meca del cine independiente o como punto de celebración de festivales como el In-Edit, el Docs Barcelona o el D’A. De hecho, no siempre fueron conocidas como las salas del Aribau Club.
Los abuelos lo conocerán como Cine Doré o como Cine Durruti, los padres como cine Dorado y los nietos como cine Aribau Club o como Cine Doré (ya se sabe, la historia es cíclica).
En su inauguración pocos meses después del comienzo de la Guerra Civil -el 4 de octubre de 1936-, el Cine Doré fue concebido con fines propagandísticos. Tan aprehendible es la dimensión ideológica de estas salas como que la muerte de Buenaventura Durruti, histórico anarquista, sirvió para rebautizarlo. Cine Durruti, así se llamó hasta el final de la guerra.
El franquismo condicionó un nuevo cambio en el nombre. Fruto de la aprehensión de las autoridades de la época hacia todo lo que no fuera proteccionista, hacia todo lo que oliera a extranjero, el cine pasó a ser llamado Cine El Dorado.
Unos cines que mantuvieron su nombre hasta el 94, cuando -como fue e incluso sigue siendo habitual en según qué cosas- retomó su nombre anterior a la Guerra Civil. No el de Durruti, sino el de Doré.
En 2006, doce años más tarde, vuelve a ser re(x5)bautizado. Y hasta el día de hoy. Cines Aribau Club donde se proyectarían y se proyectaron películas de autor, de cine independiente y en VOSE.
Ahora, las 706 butacas que estaban repartidas entre dos salas de 441 y 265 butacas, respectivamente, se quedan vacías.
Que descanse en paz.