
Una de las playas más vírgenes y salvajes de Cataluña, la de Can Comes, entre Sant Pere Pescador y Empuriabrava, ha quedado cerrada indefinidamente. El Parc Natural dels Aiguamolls de l’Empordà ha decidido restringir el acceso a un tramo de 2,1 kilómetros para proteger la fauna y la flora que habitan este espacio de alto valor ecológico.
Hasta ahora, este tramo de playa, que forma parte de la reserva natural integral de Les Llaunes, se cerraba únicamente entre el 1 de abril y el 30 de junio, coincidiendo con la época de nidificación. Ahora, sin embargo, el cierre será permanente, según ha avanzado Ivan Bustamante, técnico del Parc Natural, en un reportaje del 324.
Durante el confinamiento de 2020, en ausencia de visitantes, se observó el regreso de especies de aves que no nidificaban en la zona desde hacía décadas. Pero con la reapertura, muchas de esas especies volvieron a desaparecer. El cierre indefinido busca evitar estas interrupciones y garantizar el éxito reproductivo de las aves y la conservación de las plantas protegidas.
2 kilómetros cerrados, 14 kilómetros abiertos
La medida afecta solo a una pequeña parte de los 16 kilómetros de playas de la bahía de Roses. Además, habrá 750 metros de playa en Can Comes, cerca de Empuriabrava, que permanecerán abiertos a partir del 1 de julio.
La decisión se ha tomado de acuerdo con el Ayuntamiento de Castelló d’Empúries y los campings de la zona, y cuenta con el apoyo de un equipo de informadores que explicarán la medida a los bañistas. En caso de incumplimiento, las multas pueden llegar a los 3.000 euros por persona.