El sueño de adquirir una vivienda en la provincia de Barcelona se topa a menudo con la barrera de la financiación. Aunque la mayor parte del precio del inmueble se cubra mediante un préstamo hipotecario, las entidades bancarias exigen, por norma general, que el comprador aporte una cantidad significativa de fondos propios.
Esta cantidad suele rondar el 30% del valor de la vivienda. Este porcentaje se desglosa habitualmente en el 20% que el banco no financia (la conocida «entrada») y un 10% adicional destinado a cubrir los gastos de la operación e impuestos, como el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (ITP) para segunda mano o el IVA en caso de obra nueva.
Sitges supera a la capital

Pero, ¿cuánto supone este 30% en euros contantes y sonantes? Un análisis basado en los precios medios de la vivienda en los principales municipios de la provincia de Barcelona revela una disparidad notable.
Contrario a la creencia popular de que la capital es inaccesible, es Sitges el municipio que requiere un mayor esfuerzo ahorrador, aunque Barcelona le sigue muy de cerca. Ambos municipios exigen un colchón que supera los 100.000 euros, según cálculos extraídos a partir de anuncios en portales inmobiliarios.
Este es el desembolso inicial estimado (entrada más gastos) necesario en diferentes ciudades de la provincia:
- Sitges: 106.000 €
- Barcelona: 102.000 €
- Hospitalet de Llobregat: 50.000 €
- Granollers: 44.000 €
- Mataró: 41.850 €
- Terrassa: 37.800 €
- Manresa: 26.000 €
Los datos reflejan una clara brecha entre la capital y su área costera más cotizada frente a la primera y segunda corona metropolitana. Mientras que en Hospitalet la cifra necesaria ya se reduce a la mitad que en Barcelona, en la capital del Bages, Manresa, la cantidad requerida es casi cuatro veces menor (26.000 €).