
Con alquileres por las nubes en Barcelona y otras grandes ciudades del país, cabe hacerse la pregunta: ¿cómo se soluciona el problema de la vivienda en España? Lejos de repetir el mantra de «hace falta más oferta», Jaime Palomera, doctor en Antropología Económica por la Universitat de Barcelona y cofundador del Sindicat de Llogateres, ha dado algunas claves en su última intervención en el pódcast de «A pachas» de Secret Media Network.
En la casi hora de conversación entre Palomera y el periodista Antonio Pineda, el activista ha desterrado el mito de la oferta de nueva vivienda («acaba de nuevo en manos de unos pocos»). En cambio, ha dado algunas claves como la promoción de las cooperativas de vivienda que ya comienzan a asentarse en Catalunya y en otras ciudades como Madrid ante el problema del acceso a una vivienda en propiedad e incluso, en régimen de alquiler.
“Ahora mismo en Barcelona, es muy difícil comprarse una casa, incluso si trabajas mucho y ahorras. Llevo 42 años, trabajo y no lo he conseguido», ha señalado Palomera, quien reconoce el cooperativismo como la solución a esa gran entrada que supone hoy en día un piso.
«Las cooperativas de vivienda están creciendo por todas partes», ha destacado. «Es pagar entre todos el edificio entero para que a todo el mundo le salga más barato cada una de las viviendas».
«En Barcelona hay un montón [de cooperativas]; en Madrid hay algunas; cada vez hay más», ha añadido antes de desterrar otro mito. «La vivienda cooperativa no es vivienda cutre, son preciosas: edificios de madera donde vive gente de todo tipo —gente mayor, gente joven».
¿Cómo funcionan las viviendas cooperativas?
Este tipo de viviendas parten de una premisa: eliminar el lucro. Se ofrecen a precio de coste, lo que abarata los precios entre un 10 y un 30%, según varias fuentes. Los particulares aportan entonces un porcentaje del capital necesario para realizar la obra, en torno a un 20% del valor, mientras que la titularidad de las viviendas es de la cooperativa que lo cede a los socios su uso durante periodos de 50 años en adelante.
Cada socio tiene un voto en estas cooperativas y puede participar en su diseño. Con el capital aportado puede acceder a una vivienda a un precio que en Barcelona hoy en día ya es casi imposible.
Caso práctico: La Borda
La Borda, en Sants, se construyó en suelo público cedido por el Ayuntamiento durante 75 años. Se trata de un edificio pionero, diseñado por la cooperativa de arquitectos Lacol y levantado con estructura de madera —el más alto de España en este material—, que alberga 28 viviendas protegidas con alquileres muy por debajo del mercado (entre 400 y 600 euros mensuales).
En este modelo, la propiedad recae en la cooperativa, no en los residentes, lo que impide la especulación: no se pueden vender ni alquilar las viviendas a terceros. Además, el edificio cuenta con espacios comunes que promueven la vida comunitaria, como lavandería, cocina compartida o habitaciones para visitas.
La financiación del proyecto de La Borda, que tuvo un coste total de tres millones de euros, se articuló mediante una combinación de aportaciones vecinales y financiación ética.
Por un lado, los socios de la cooperativa contribuyeron con unos 600.000 euros, a través de sus aportaciones iniciales individuales (unos 18.500 € por persona).
El resto del capital se obtuvo mediante préstamos concedidos por entidades de finanzas éticas y solidarias: Coop57 aportó 800.000 euros con un tipo de interés bajo, mientras que La Dinamo, una fundación especializada en vivienda cooperativa, contribuyó con 150.000 euros.
La aportación no se pierde: si el socio decide abandonar el proyecto, la cooperativa le devuelve ese capital, y su derecho de uso se reasigna a otra persona sin beneficio económico.
El mercado de la vivienda, en ‘A pachas’
En esta conversación con Jaime Palomera también se abordan otros temas como la especulación inmobiliaria en barrios periféricos, el impacto del turismo masivo en los precios del alquiler, la figura del nómada digital y su efecto en el acceso a la vivienda, así como las diferencias entre modelos internacionales, como el de Viena o Singapur, que han logrado frenar la desigualdad a través de políticas de vivienda pública.
Puedes escuchar el episodio completo en tu plataforma de pódcast favorita o en Youtube.