El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que comprará el mítico local de Paral·lel conocido como El Molino con el fin de volver a ponerlo en marcha. La compra llega después del cierre del local hace ahora dos años y se pretende evitar así que el local acabe siendo comprado «por un fondo buitre o de un interés privado que desvirtúe su identidad», según ha remarcado Ada Colau, que se ha referido a El Molino como «una emblema, es un símbolo y una geografía sentimental».
Queda aún por definir qué tipo de actividades acogerá el lugar una vez pase a formar parte de la red de Casas de Cultura de la ciudad. Lo que ha quedado claro por parte de la alcaldesa es la voluntad de no hacer del Paral·lel una réplica de Broadway, sino más bien revitalizar el sector cultural de la ciudad atendiendo a sus señas de identidad locales.
“Era fundamental salvar El Molino”, ha afirmado la alcaldesa tras la firma de un acuerdo de compra del local que se ha alcanzado por un precio de 6,2 millones de euros.
Por su parte, Elvira Vázquez, responsable de Ociopuro, empresa propietaria de El Molino, se ha mostrado satisfecha con el acuerdo. Asegura que ha recibido muchas ofertas de inversores extranjero pero “no quería ver El Molino convertido en un puticlub”, dijo, y añadió: “Tengo dos sentimientos: el corazón roto pero la cabeza muy bien. Entiendo que es una solución muy buena. El Molino es un hijo que ha cumplido 21 años, se ha doctorado. Se han hecho cosas maravillosas. Nunca hemos pedido subvención, creí que era lo mejor. Estoy feliz porque confío en que haréis lo que el Paral·lel y su gente, y los que empezamos esto, queremos”.