En The Hip Fish venden este prodigio de la interculturalidad gastronómica.
La idea es la siguiente: tomar el concepto de burrito y sumarle los ingredientes propios del plato más exportado de la gastronomía japonesa. ¿El mecanismo? Mantener el arroz, cambiar la carne por el pescado, usar el alga nori en vez de tortilla de trigo y, el interior, aderezarlo como guste el consumidor.
La propuesta (curiosa, original y vistosa) está levantando pasiones entre los healthy adictos y entre quienes abusan en exceso de hashtags como #pornfood.
Uno de los sitios estrella para consumirlo –me atrevería a decir que es el único de Barcelona- es The Hip Fish. En este local del Carrer de Casp, 70 puedes probar hasta cinco burritos diferentes (además de pokes). Nuestros preferidos son el Sea Donkey (nori y atun rojo marinado con maho sésamo, aguacate, cebolla, pepino, kale y masago) y el Liki-Liki (nori y arroz, salmon marnado con mayo wasabi, cebolla crujiente, dinamita y zanahoria).
Además, lo más destacable del asunto (obviando la calidad de la materia prima y lo rico que está) es que es un plato sanísimo. Vamos, que el que hizo el documental de Super Size Me se puede pasar 30 días comiendo sushirritos o burritos de sushi (el naming está cogido con pinzas) que, probablemente, acabe bastante mejor.