De verdad, no es una noticia de El Mundo Today.
Para quien no lo sepa por no haberlo vivido o no lo recuerde por todo lo que ha llovido: La Macarena era a los noventa lo que Despacito está siendo al tercer lustro de los 2000. El hitazo de habla hispana que llega a todos los malditos rincones del mundo.
Entendido esto, seguiremos contextualizando. Hasta ayer se estaba celebrando Euroanesthesia, un congreso celebrado en Dinamarca en el que se unen médicos e investigadores de toda Europa. En lo que nos atañe, diremos que el Hospital Clínic, la Universitat de Barcelona y la Autónoma de Barcelona comentaron los últimos y más relevantes avances médicos alcanzados… y éste era uno de ellos.
Si das un masaje cardiaco al ritmo de La Macarena, la reanimación cardiopulmonar mejora sustancialmente. Tan absurdo, tan maravilloso, tan surrealista como cierto.
Los resultados del experimento mostraron que aquellos que hicieron las maniobras sin ninguna guía sólo alcanzaron el 24% de las compresiones adecuadas. Quienes lo hicieron al ritmo de La Macarena -mentalmente, en base al recuerdo que tenían de la canción- llegaron al 74%. Y, bueno, quienes siguieron el compás del metrónomo llegaron al 91% de optimización de la RCP.
Por desgracia La Macarena no es la única canción que nos puede servir como pauta para salvar vidas. Cualquier canción que tenga 100 beats por minuto es susceptible de ser útil: son necesarias las 100 comprensiones por minuto. Otro ejemplo de canción sería Stayin’ Alive -jaja-.
Canción inmortal, 15 años después, Macarena y Vitorino no sólo nos dan la vida en las fiestas de los pueblos, en las bodas y en los eventos más castizos: ahora sabemos que también la salvan literalmente. El Nobel de Medicina para Los del Río ya.