
Aunque sonaba a broma inicialmente, la figura de la alcaldesa de noche ya es una realidad en Barcelona hace un tiempo. Esta entidad busca lo que dice su nombre, gestionar los departamentos de la ciudad más vinculados a las cuestiones nocturnos.
En Barcelona hablamos de Carmen Zapata, la recién estrenada comisionada de la noche de Barcelona, que acaba de presentar un plan para que salir de fiesta en la ciudad no sea un caos ni un infierno para quienes intentan dormir. Las propuestas, que se aplicarían hasta 2027, buscan mejorar la convivencia nocturna sin apagar el ocio de la ciudad
Lanzaderas a las zonas de fiesta
Uno de los pilares( y principales problemas a solucionar) del plan es la movilidad nocturna. De momento se han reforzado las líneas del NitBus (N3, N4, N6, N13 y N28) y se han creado dos nuevas: N23 y N24.
Pero la novedad es que el Ayuntamiento estudia crear buses lanzadera que conecten las zonas de ocio más activas —como el Triangle Golfo del Poblenou— con puntos clave de tren o autobús del área metropolitana, para facilitar la ida y venida del público.
Ocio nocturno… en centros cívicos
Zapata también quiere diversificar la oferta de ocio nocturno más allá del alcohol y las discotecas, y cambiar los botellones por deporte, videojuegos o talleres de madrugada. ¿Cómo? Abriendo equipamientos municipales por la noche (como ya se hace, por ejemplo, con las salas d’estudi nocturn, por ejemplo).
Esto permitiría tener actividades programadas en estos equipamientos con los que disfrutar de otro tipo de ocio. Eso sí, la condición es clara: no se permitirá el descontrol. No habrá “café para todos”, sino propuestas específicas para públicos diversos que también tienen derecho a disfrutar de la ciudad cuando cae el sol.
Edificios que respetan las salas de ocio y viceversa
El ruido es en principal problema de los vecinos de las zonas de fiesta. Pero construir edificios nuevos cerca de ellas es, a veces, inevitable. Por eso la “alcaldesa de noche” plantea una figura nueva: el agente del cambio, cuya misión será intervenir cuando se proyecten nuevas viviendas junto a locales de ocio y aconsejar cómo construir para minimizar el impacto acústico.
De la misma manera, se espera ampliar la plantilla de mediadores nocturnos de seis a trece agentes que reformularán su papel, quedándose en puntos fijos donde realmente hacen falta en lugar de acer recorridos como venían haciendo hasta ahora.
Finalmente, se espera reformular los itinerarios seguros para moverse por la ciudad por la noche, especialmente entre zonas de ocio y transporte público. Ahora están en manos de la Guardia Urbana, pero el objetivo es que pasen a mediadores especializados, que no abandonen el recorrido si surge una emergencia.
Todas estas medidas costarán entre 1,5 y 2 millones de euros que deberán salir del presupuesto del Ayuntamiento.