La llegada de la navidad es sinónima de una avalancha de turrones en el supermercado. Las estanterías se llenan de mil variedades distintas, y se agradece que, en la abundancia, una guía nos indique cuál escoger para no fallar en la elección y llevarnos el mejor dulce a casa.
Por suerte hay algunas guías: ya sabemos que el mejor turrón de crema quemada se puede encontrar en Barcelona y también sabemos que, para los que no quieran dejarse seducir por la abundancia de azúcar de los turrones tradicionales, también existen alternativas.
Pero nos falta saber lo importante: ¿cuáles son los mejores? O, al menos, los buenos o, al menos, los menos malos. Para eso la Organización de Consumidores (OCU), ha hecho una cata de turrones que nos indica cuáles son los dos turrones del mercado de mayor calidad, y cuáles no valen pena.
17 turrones… y muchos decepcionantes
El estudio de la OCU tiene una conclusión principal: el turrón de chocolate crujiente es el más consumido, más que el doble que el tradicional de duro de Alicante y el suave, de Jijona. Por eso, el estudio ha analizado 17 variedades de turrón de chocolate crujiente para analizarlos y compararlos.
El resultado es decepcionantes. De los 17 estudiados, solo dos utilizan exclusivamente mantequilla de cacao, como debería ser, evitando el uso de otras grasas de peor calidad. Igualmente, todos llevan aromas añadidos.
Los únicos dos turrones que se salvan de la cata son el de chocolate crujiente de El Corte Inglés, del cual los expertos destacan el color brillante, el buen grosor, crujiente y fundente en boca. El otro turrón que se salva es el turrón de chocolate Picó, que tiene la mejor composición de ingredientes.
Del resto de marcas catadas, solo 9 han alcanzado el aprobado. Según la OCU, la mayoría son demasiado dulces, el chocolate no brilla, no funde bien… erradas generales (y generalizadas) que arrojan la conclusión de que al mundo de los turrones le queda mucho por mejorar.