Una de las ciudades más bonitas de la costa catalana es Sitges. Su proximidad —a tan solo media hora de Barcelona— y la diversidad del paisaje la convierten en una de las escapadas preferidas de los barceloneses. Allí, concretamente en lo alto de una colina, se ubica el hotel Dolce by Wyndham Sitges. Recientemente ha reabierto sus puertas tras una completa reforma que lo convierte en un oasis de modernidad y lujo mediterráneo. Un rincón que invita a redescubrir la esencia mediterránea gracias a su ubicación frente al mar y la naturaleza.
La nueva apariencia de Dolce by Wyndham Sitges ha sido llevada a cabo por el estudio Rose Ink Workshop, especializado en el diseño de interiores. Su apuesta era clara: integrar el paisaje en el hotel gracias a una paleta de colores suaves y al uso de grandes ventanales. Además, cada una de las 263 habitaciones cuenta con una terraza propia, lo cual profundiza ese contacto con la naturaleza.
Más allá de la cuidada estética, el hotel cuenta con un espacio para rendir culto al cuerpo, la mente y el alma; algo que siempre se agradece. Se llama Dolce Vital Spa y cuenta con 7 cabinas de tratamiento, una piscina interior climatizada, un jacuzzi, una sauna finlandesa, un baño de vapor, una fuente de hielo y un gimnasio con la última tecnología.
Todos los masajes y tratamientos se realizan con productos de Natura Bissé o SCENS; esta última, vegana y orgánica. En definitiva, esta zona del hotel es un rincón donde relajarse (aún más) y mimarse por completo.
Además de esta zona, el hotel cuenta con su clásico circuito de aguas formado por cuatro piscinas exteriores. Destacan la infinity, con unas espectaculares vistas al parque natural del Garraf, y la deportiva, con carriles para nadar. Todas ellas están rodeadas de palmeras y plantas, haciendo de este espacio un pequeño oasis.
El otro alma mater de Dolce by Wyndham Sitges es su oferta gastronómica, elaborada por el reconocido chef Jaume Balada. Él es quien diseña los platos de los restaurantes y bares del hotel. Su propósito es claro: trabajar con productores locales, productos de proximidad y hacer de los ingredientes los auténticos protagonistas de la cocina. El resultado son propuestas como la crema de guisantes con gel de menta y papada crujiente de cerdo Ral, el solomillo de ternera ecológica de Girona con trinxat de col y patata, jugo de asado y salsa Bearnesa o el xató con bacalao, atún ahumado y anchoas 00 del Xillu de L’Escala.
Los restaurantes y bares del hotel son el Restaurant Terrassa La Punta, el Restaurant Verema, el Deli Bar, el Alea Lounge y el Oasis Pool Bar.
Además de ser un resort de lujo mediterráneo, Dolce Sitges también está pensado para todos aquellos que quieran o necesiten trabajar durante su estancia. Cuenta con más de 2.175 m² destinados a salas de conferencias y reuniones. Espacios con luz natural, diáfanos y agradables. Allí se celebran también eventos sociales y celebraciones de gran formato.
Hablando de eventos sociales, todos los viernes por la tarde (de 19 a 21h) se celebra Dolce Tardeo, una sesión de Dj en el Bar Malvasía del hotel. Incluye un cóctel de autor y aperitivo con unas agradables vistas sobre Sitges y el mar.
En definitiva, Dolce by Wyndham Sitges es un pequeño oasis que nos invita a reconectar con la naturaleza y el entorno de Sitges. Un lugar pensado para el turismo local y que por su ubicación cercana a Barcelona nos ofrece la posibilidad de hacer una escapada de fin de semana sin tener que ir demasiado lejos. Un destino en sí mismo rodeado por el silencio, la calma y la belleza del Mediterráneo.