El Palau de la Música Catalana es uno de los grandes templos de la arquitectura modernista y una parada clave para cualquier amante de la música en Barcelona. Se construyó a principios del siglo XX y, desde entonces, se ha convertido en uno de los espacios culturales más emblemáticos de la ciudad. Quienes quieren explorar su interior pueden hacerlo a través de visitas guiadas o autoguiadas, con entradas que van de los 16 a los 22 euros. ¿Ya estás pensando en ir? Entonces, antes de cruzar sus puertas, deja que te contemos algunos secretos y más información útil sobre el Palau de la Música.
9 secretos del Palau de la Música
1. La fachada del edificio hace referencia a la canción «Els Segadors»
Es el himno oficial de Cataluña y tiene su origen en una canción popular del siglo XVII, inspirada por una revuelta campesina contra las tropas reales. El friso escultórico, obra de Miquel Blay, representa simbólicamente al pueblo catalán con campesinos, obreros, mujeres, niños y burgueses reunidos por un mismo arte. La música.
2. Alberga en su interior la Biblioteca del Orfeó Català
Pocos lo saben, pero el Orfeó Català, fundado en 1891 como sociedad coral, custodia una biblioteca que permanece oculta a la mayoría de visitantes del Palau. Se trata de un fondo documental con más de 30.000 partituras —algunas del siglo XVIII—, además de grabaciones, libros y fotografías que narran la historia musical de Cataluña. Y por si te lo preguntas: no, no se puede visitar libremente, salvo que seas músico o investigador.
3. Fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO
No todas las salas de conciertos pueden presumir de ser Patrimonio Mundial. El Palau de la Música Catalana lo consiguió en 1997, cuando la UNESCO decidió reconocer no solo su valor arquitectónico, sino también su papel clave en la vida cultural de la Ciudad Condal. Ese mismo año, por cierto, también fue distinguido el Hospital Sant Pau, otro icono del modernismo catalán.
4. El reverso de la cúpula invertida no está decorado
Presidiendo la sala, la famosa cúpula de cristal —esa especie de lágrima suspendida en el techo— es una de las joyas más fotografiadas del edificio. Pero lo que quizás no sabías es que, por fuera, no tiene nada de especial. No hay colores, ni formas, solo una estructura que nos recuerda que esta maravilla fue pensada para ser admirada únicamente desde abajo.
5. El arquitecto del Palau de la Música Catalana es Lluís Domènech i Muntaner
Puede parecer obvio, pero lo cierto es que muchos lo confunden con una obra de Antoni Gaudí. Y no: el verdadero autor fue Domènech i Montaner, una de las mentes más brillantes del modernismo catalán. Historiador, político y teórico del arte, su estilo combina belleza decorativa con funcionalidad simbólica, algo que también se ve en el Hospital de Sant Pau y el Castillo de los Tres Dragones.
6. Miles de ciudadanos financiaron su construcción
El Palau de la Música de Barcelona no fue un encargo institucional ni obra de grandes fortunas. Su construcción, iniciada en 1905, se costeó gracias a una campaña de suscripción popular que movilizó a miles de personas decididas a levantar un espacio cultural propio, hecho por y para el pueblo.
7. Los bustos de Beethoven y Clavé presiden la entrada al escenario
Justo donde empieza la concha acústica, hay dos figuras que no están ahí por casualidad: Beethoven, emblema de la gran tradición europea, y Josep Anselm Clavé, padre del movimiento coral catalán y autor de Les flors de maig. Juntos flanquean el escenario para recordarnos que aquí, la música es de todos.
8. Stravinski, Strauss y otras leyendas de la música clásica tocaron aquí
Sí, como lo lees. Ígor Stravinski dirigió aquí uno de sus conciertos emblemáticos en 1924. Y no fue el único. También lo hizo Richard Strauss en 1908, al frente de la Orquesta Filarmónica de Berlín.
9. El conjunto incluye un auditorio subterráneo
Son muchos los que visitan la sala modernista sin imaginar que, justo debajo, hay otro espacio dedicado a la música. Se trata del Petit Palau, un auditorio subterráneo inaugurado en 2004 para ampliar la programación del Palau de la Música. Eso sin olvidar la sala de ensayo del Orfeó Català, activa desde hace más de un siglo y que también se esconde allí.
Conciertos Candlelight en el Palau de la Música
Entre todos los conciertos en Barcelona en 2025, hay unos que te ofrecen una forma completamente nueva de disfrutar la música. Y estos son los conciertos Candlelight. Bajo el resplandor de miles de velas, un cuarteto de cuerda interpreta desde piezas de música clásica hasta tributos a grandes artistas como ABBA y Queen, creando una atmósfera inolvidable en un espacio tan icónico como este. Consulta los próximos eventos en el Palau y aprovecha esta oportunidad única de (re)descubrirlo bajo una nueva luz.
Cómo llegar al Palau de la Música
Si después de conocer todos estos secretos te ha entrado la curiosidad y quieres verlo con tus propios ojos, llegar no tiene ninguna complicación. El Palau de la Música Catalana se encuentra en la calle Sant Pere Més Alt, dentro del distrito de Ciutat Vella. Desde la parada de metro Urquinaona (L1 y L4) se llega en apenas cinco minutos caminando, y también queda muy cerca de Plaça Catalunya (L1, L3, Renfe y FGC). En autobús, las líneas V15, V17, 45 y 47 te dejan prácticamente en la puerta y si decides ir en coche, encontrarás varios aparcamientos públicos a pocos metros, como el SABA Urquinaona o el Parking Ortigosa.