
En Estados Unidos está el Monumento de las Cuatro Esquinas, que conmemora u homenajea el punto en el que confluyen Utah, Colorado, Arizona y Nuevo México. Y en Barcelona está el Parc de Torreblanca que, dependiendo en la zona en la que estés, estarás en San Juan Despí, en Sant Just Desvern o en Sant Feliu de Llobregat.
Esta curiosidad, no obstante, no es lo mejor que se puede decir del Parc Torreblanca. Claro, sino seríamos un poco (más) sensacionalistas. Cómo va a ser el mejor parque urbano de Barcelona un parque cuya única cualidad es estar entre tres municipios.
No, no, el Parc Torreblanca merece esa distinción, entre otras cosas, por el lago que ocupa algunas de sus 12 hectáreas. Por el lago y por todos los detalles ornamentales que lo acompañan: saltos de agua, grutas, caminos escondidos. Detalles que imitan la naturaleza; fantasía que te la firma Gaudí –bueno, igual no te la firma, pero seguro que no se sentiría extranjero–.
El Parc Torreblanca era la casa señorial de los marqueses de Monistrol, el palacio en el que vivían fue dañado durante la Guerra Civil, se demolió en 1950, en 1982 pasó a ser propiedad municipal y empezó a reestructurarse. Más tarde, quizás a modo de homenaje, se levantó un laberinto de vegetación donde otrora estuvo el palacio. El laberinto, por cierto, nada tiene que envidiar al de Horta.
Otra cosa bastante guapa de este parque es el mercado de Pagès: los vecinos y los visitantes habituales saben que los agricultores del Parque Agrario del Baix Llobregat, los domingos, ponen a la venta sus productos.
El Parc de Torreblanca también tiene rosaledas, mucha diversidad vegetal y animal (patos, gansos de granja, tortugas, conejos, pavos, loros) y el honor –si es que el honor puede ser un valor atribuible a un parque– de ser considerado por este medio el mejor parque urbano de Barcelona.
De Noviembre a Marzo el parque abre de 10h a 17.45h.
Abril, Mayo, Septiembre y Octubre de 10h a 19: 45h.
Junio, Julio y Agosto de 10h a 21: 45h
Los lunes no festivos cierra