44 años más tarde, vuelve el sereno “para paliar la sensación de inseguridad e incivismo que se respira en la ciudad”.
Mi padre, que es de Zaragoza, me contaba que a veces, cuando volvía a casa después de estar de fiesta, tenía que lidiar con el sereno. Llegaba a la calle Fray Julián Garcés y gritaba “¡Sereno!” y hete aquí el sereno haciendo su aparición con uniforme y un manojo de llaves vastísimo.
Creo que, de no ser por mi padre, no sabría lo que es el sereno (no solo le abría la puerta del bloque, también velaba por los vecinos y encendía el alumbrado) y, consecuentemente, no me habría llamado tanto la atención la noticia que sigue.
Nuria Parlón, alcaldesa de Santa Coloma, ha dicho que se recuperará este oficio perdido y desaparecido “para paliar la sensación de inseguridad e incivismo que se respira en la ciudad”.
Sobre sus funciones, Parlón dijo que serán las siguientes: “Vigilar que los comercios estén bien cerrados, que no haya alumbrado roto que deje a oscuras una calle, o acompañar a la gente mayor a tirar la basura si les da miedo salir de noche”.
Se entiende, entonces, que el sereno del Siglo XXI será algo así como un policía cercano sin formación. (Por eso tampoco sorprende que los sindicatos hayan calificado esta acción de intrusista).
En cualquier caso, durante el mes que entra se empezará el proceso de selección y formación de 18 serenos (importante: también habrá serenas, cosa que no era posible en el Siglo XX). Serán 2 encargados y 16 serenos. El perfil del candidato será el de parados de más de 45 años. Y el horario todos los días de 23 a las 7 de la mañana (el 18 de octubre, día de El Sereno, no tendrán que trabajar) y el sueldo rondará los 1.200 euros brutos sin pluses.
De este modo, 44 años más tarde, la provincia de Barcelona volverá a tener serenos. El cuerpo anterior, que lo integraban ceca de 300 agentes, se disolvió en 1976.