El artista neoyorquino tocará el próximo 27 de octubre en el Palau de la Música.
Su padre trabajaba como ingeniero para la NASA en los tiempos de la carrera espacial entre los EEUU y la Unión Soviética. William Basinski, uno de los mayores representantes (si no el mayor) de la llamada «música ambiente», se crió rodeado de gente a quienes le concernía más qué pasaba de la atmósfera hacia afuera.
Quizá por eso su música, cargada de melancolía, genera esa sensación de vacío que debe sentirse allá arriba.
Tras 25 años dedicado a experimentar con los sonidos, el músico neoyorquino tiene una cita en el Palau de la Música de Barcelona. Allí estará este 27 de octubre presentando su espectáculo Elegía para un tiempo renacido en colaboración con los artistas visuales Evelina Domnitch y Dmitry Gelfand en una performance especial que pretende reducir lo externo para centrar al público en la activación de su reloj interno.
La indescriptible belleza de la obra de Basinski llegó a su punto culme con la publicación en el 2004 de The Disintegration Loops, una serie de cuatro álbumes de una hora cada uno donde predominan sus loops y sus sonidos característicos, extraídos de cintas magnéticas antiguas.
Olvida todo, sobre todo el trabajo y las facturas, y ven a disfrutar del placer sugestivo de la obra de Basinski.