Hace mucho tiempo los juicios a las brujas estaban a la orden del día. En dos años se ajusticiaron en Barcelona decenas de brujas.
Si antes nacías pelirroja, ibas a la hoguera. Si nacías zurda, ibas a la hoguera. Si nacías feminista, ibas a la hoguera: eso es lo que tenemos en la mente muchos con el concepto de la «caza de brujas» durante la Edad Media.
En Barcelona las brujas «abundaban» y fueron muchos los casos de pueblos que sometieron a juicio (casi la mayoría puro paripé), torturaron y ejecutaron a muchas mujeres con esta excusa. La única diferencia con ese imaginario colectivo es que aquí no les prendían fuego en la hoguera, sino que dejaban que la cuerda hiciera el resto.
Calders
Cinco «brujas» quemaron en el pueblo de la comarca del Moianès, todas ellas habitantes de la misma localidad o la vecina Viladecavalls de Calders.
Caldes de Montbui
En este pueblo del Vallès Oriental no se cortaron con las acusadas de brujería. Hasta 15 mujeres fueron condenadas a muerte en dos años (entre 1619 y 1620). Solo una de las personas que fue a juicio por esto quedó libre, una joven de 18 años llamada Eulalia Ursula.
Castellar del Vallés
En este pueblo situado en el Vallés Occidental fueron tres las víctimas de la caza de brujas (por cierto, en algún artículo hablaremos del tema de los cazadores de brujas, porque da para rato). En este caso les tocó a Violant Carnera, Eulalia Olivos Saulet y Jerónima Montada sufrir la horca.
Castellterçol
1620 parecía ser el año de moda para matar brujas, ya que en abril de esta fecha otras dos mujeres fueron torturadas y condenadas a muerte en este pueblo del Moianès.
La Garriga
En La Garriga fue ejecutada por brujería Margarida Codonyera. Un caso aislado en una época en la que parecía más fácil ver ejecuciones de grupos de mujeres que ducharse.
Granera
Otro pueblo de Barcelona en el Moianés donde 1619 pasó factura. Aquí fueron dos las acusadas de brujería que, para variar, no escaparon de su macabro destino. Ni de eso, ni de la tortura previa (trago obligado para casi todas ellas).
Montseny
El bosque de Montseny (Vallés Oriental) siempre ha tenido la etiqueta de ser territorio de brujas. La verdad es que los terrenos y el pueblo medieval hacen mucho por contribuir a esta imagen. Aunque probablemente lo que más ayude sea el ahorcamiento de Margarita Font en mayo de 1619.
Sant Miquel de Toudell
El actual Viladecavallas también dejó su huella en la caza de brujas. Para variar, fue el 22 de noviembre de 1619 cuando Ramona Trae fue acusada de brujería. Murió al año siguiente en la cárcel de Caldes de Montbui, ahorcada.
Sentmenat
Otra ajusticiada en Caldes de Montbui fue Eulalia, una supuesta bruja detenida en abril de 1620 en este pequeñísimo pueblo del Vallés Occidental.
Terrasa
Aquí no se andaron tampoco con chiquitas: 6 personas fueron ejecutadas acusadas de brujería: Joana Toy, Margarida Tafanera, Joana Sabina, Miquela Casanovas, Eulàlia Totxa y Guilleuma Font. Ninguna de ellas se libró tampoco de la tortura correspondiente, única forma de «obtener su confesión».