Es algo que sólo los que son mamás o papás entenderán: una de las cosas que más se extrañan en verano son las guarderías y el colegio. Por eso, más que nunca deseamos que llegue la hora del fresquito, esa en la que el sol se empieza a marchar con la calor y llega el momento de escapar del estrés de tanto niño para arriba y niño para abajo de la casa… ¡para salir al parque!
Sí, cada barrio tiene sus sus zonas verdes y de juegos, perfectas para ir con niños, pero nosotros hoy hemos querido reunir algunos de los parques infantiles más espectaculares de Barcelona. En cualquiera de ellos, los más pequeños disfrutarán como enanos que son, pero hemos pensado en todo y hemos elegido lugares en los que también los no tan enanos podamos gozarlo, tanto o más que ellos.
Parque de Diagonal Mar
A cierta edad, nada mejor que un buen tobogán, aunque los toboganes no tengan edad para gozarlo deslizándose por ellos. A apenas unos metros del Centro Comercial de Diagonal Mar se encuentra este parque con unos toboganes gigantes a los que han bautizado la Montaña Mágica. Los niños suele aparecer equipados con cartones para facilitar el deslizamiento y evitar también las altas temperaturas que el metal puede alcanzar en verano.
Hay cuatro toboganes, cada uno de unas dimensiones y velocidades diferentes, adaptados a todos los públicos.
El Laberinto de Horta
Este parque cautiva a quien lo visita y su condición de fotografiable tiene buena parte de la culpa. Dizque el laberinto no está en sus mejores tiempos –sus mejores tiempos, si alguien se lo pregunta, fueron cuando se grabó una escena de la película El Perfume–. Decimos lo de que no está en sus mejores tiempos porque tan baja es la frondosidad de los arbustos que no parece necesario el ingenio para salir del laberinto: todo se ve, todo se sabe.
Aun así: el laberinto no es su único atractivo. El Parque de Horta tiene sus encantos al margen del laberinto: los templetes de columnas toscanas o el pabellón en honor a las nueve musas son algunos de ellos. La entrada al parque es de pago (unos dos euros), pero los miércoles y los domingos es gratuita. No obstante, y a pesar de la inmensidad del lugar, no se asegura la entrada sin hacer cola en los días gratuitos: el aforo es limitado.
Parque de La Pegaso
En el Parque de La Pegaso, en el distrito de Sant Andreu hay una estructura con forma de pulpo robótico en cuyo diseño participaron alrededor de 200 niños de entre quinto y sexto de primaria. Con todo el criterio del mundo, el Ayuntamiento de Barcelona ha entendido que los parques de niños son para niños y los niños mejor que nadie saben qué es lo que quieren.
El pulpo gigante –por bautizarlo de alguna manera–, está formado por toboganes, escaleras, zonas para trepar y espejos. Además, en cada ojo, hay una especie de telescopio.
Parque de Glòries
La zona donde se ubica este parque infantil ya valdría la pena por sí misma. Un recinto verde para disfrutar de los juegos y el descanso sin las preocupaciones ni los peligros que entrañan para los más pequeños una gran urbe. Allí se encuentra esta zona de juegos con toboganes y cuestas escalables que hacen que los niños no puedan parar.
Parque de la España Industrial
El parque en cuestión obtendría su nombre de la antigua fábrica textil. Se inauguró en 1985 y dos años más tarde se iba a instalar este dragón, un mamotreto de acero que pesa 150 toneladas, pero también es un tobogán.
Además, semejante escultura no solo cumple una función de ocio y ornamental. Su misión también es simbólica: el parque de la España Industrial representa los cuatro elementos de la naturaleza. Agua, tierra, aire y, por supuesto, fuego.
Parque de la Solidaritat en Esplugues
También este parque cuenta con una zona de juegos excepcional. No solo está equipado con los toboganes rojos que retrata la fotografía, sino también unos algo más sencillos para niños más pequeños. Imposible no disfrutar con ellos.
Poble Espanyol y sus toboganes
Uno de los sitios de obligada visita de Barcelona es también un punto excelente para el disfrute de los más pequeños, un lugar plagado de actividades y con una agenda cultural interesantísima. Allí, como en todo buen parque infantil, también encontrarán los más pequeños unos toboganes espectaculares.