
Si sois de los afortunados que tienen a alguien con quien intercambiar algo más que caricias, pero no tenéis donde hacerlo, aquí os dejamos la solución. Lugares discretos y tranquilos donde podéis amaros sin temor:
- Love rooms de Luxtal
Son habitaciones por horas en las que puedes dar rienda suelta a tus pasiones más desenfrenadas en un espacio perfectamente ambientado para ello. Es el plan perfecto para los que buscan un momento de intimidad pero no saben dónde encontrarla. Es la opción más cómoda de las que presentamos, sobre todo teniendo en cuenta que las habitaciones están perfectamente equipadas para saciar todos los apetitos carnales: jacuzzi, camas anchísimas, luces sensuales…Si no te diviertes, es porque no quieres.
2. Terminal T1 del aeropuerto
Quizá esté un poco alejado, pero es un parking descubierto y de acceso libre, por lo que si queréis entregaros a la pasión sin miedo a un coitus interruptus, este es vuestro lugar.
3. Montjuïc
Un clásico así no podíamos dejarlo en el olvido. Los más expertos dicen que la mejor zona es la que pega a la parte este del MNAC y que está más concurrida por gay que por heteros, por lo que si algún día pasáis por ahí y escucháis algún “suspiro”, ya sabéis por lo que es…
4. La calle de los besos
El nombre de la calle es la excusa perfecta para pasar a la acción. Es oscura, pequeña y poco transitada. Lo demás lo dejamos en vuestra imaginación…
5. El ascensor del restaurante de la Torre de’Altamar
Aquí podéis liberar tensión sexual con una de las mejores vistas de Barcelona, eso sí, tenéis que ser rápidos, más o menos lo que dura el trayecto del ascensor, si no queréis que os pongan una buena multa…
6. Carretera de les Aigües
Este lugar no se ha puesto solo de moda entre los runners de Barcelona, ya que en él se practican diferentes tipos de “deporte” para quemar calorías. Aunque algo sí que tienen en común: además de acabar sudando, en ambos casos liberas endorfinas y te sientes mejor…Eso sí, en uno de ellos es mejor llegar juntos a la meta…
7. La avioneta del Tibidabo
Ya puestos a que nos pillen, hay que ser originales. Cuando pasaste de los seis años, llegó a convertirse en la atracción más aburrida, porque solo daba vueltas. Pero ahora podéis hacerlo sobre el aire y en un lugar con historia, ya que este pequeño picadero es una reproducción del primer avión que volcó en España en 1928, todo un icono del Tibidabo.