Si calculamos el tiempo que tardamos en llegar al centro desde casa cuando vivimos en las afueras, debemos tener en cuenta que no sería para tanto si sólo se tratara de llegar a un destino. El problema es entrar en la ciudad, donde el tráfico se complica, sobre todo si le sumamos la búsqueda de un sitio donde aparcar. Es aquí cuando el tiempo de llegada se convierte en el doble o el triple de lo que debería haber sido por distancia. Y encima todo es más caro: después de todas las vueltas, tenemos que pagar por el aparcamiento.
Como ciudad grande, Barcelona es una de las más dañadas por la polución del aire. Además, no deberíamos olvidarnos de las contaminaciones acústicas o del estrés. Pero estos son daños que pueden rebajarse en una medida que sería bastante notable si cada uno cambiáramos un pelín nuestros hábitos. Ya no sólo por el bien común, sino por el individual. ¿No es mucho mejor la opción de no meterse con el coche en el jaleo de la ciudad?
Es más barato, más sano para el ambiente, ahorra tiempo y disminuye el estrés considerablemente: hablamos del aparcamiento público. Dejar el coche al llegar a Barcelona y tomar el transporte público, caminar o ir en bicicleta puede ser la opción más sensata. En el mapa d más abajo encontrarás una lista con algunas zonas donde encontrar aparcamiento sin tener que entrar en el centro y sin pagar.