Hemos perdido la cuenta de todas las curiosidades que hemos encontrado referentes al genuino y excéntrico artista catalán. Muchos libros se han escrito y más que se escribirán de esa fuente inagotable que son las anécdotas de Salvador Dalí. Siempre metido en el personaje, Dalí era único en todos los aspectos. Estas 9 joyitas son una pequeña muestra de ello.
- Es una de las fotos más famosas de Dalí y no es un montaje para ninguna revista ni nada por el estilo. Es 100% real: Dalí tenía de mascota un oso hormiguero. Fue durante su etapa en París y comenzó una moda que se extendió como la pólvora entre la clase burguesa. ¿Para qué pasear perros si puedes pasear uno de estos por el metro?
- Aunque el oso hormiguero es con diferencia la mascota más extraña de todas las que ha tenido el genio, el ocelote Babu no se quedaba atrás.
- Además de tenerlos vivos, Dalí también disfrutaba con la presencia de animales disecados. En su casa de Portlligat podemos encontrar un oso disecado y en el Castillo de Púbol un caballo. También tenía un buey de mar, un tigre y un león. No consiguió, sin embargo, que le disecaran una serpiente para hacer de bastón o 10.000 hormigas. Para todo hay un límite.
- Dalí era un genio, y lo era para todo. Incluso para la picaresca y los «simpas». Tanto es así que cuando salía a comer cogía un cheque para pagar y en el reverso hacía un dibujo y lo firmaba. Así se aseguraba que los propietarios de los restaurantes, con un pedacito de Dalí en la mano, no canjearían el cheque.
- La figura de Dalí era fascinante y difícilmente se podía escapar a su carisma. Incluso cuando se le iba de todas todas. Preparándose para su primera cita con Gala, el pintor sufrió un corte afeitándose las axilas. Ni corto ni perezoso, cogió su sangre y se embadurnó el cuerpo con ella. Improvisando, también añadió estiércol de cabra y aceite. De esa guisa se plantó en la cita… y Gala se enamoró de él.
- A Dalí le fascinaba muchísimo el diseño del famoso muñeco de Michelín. Tanto que probablemente hubiera dado lo inimaginable para que se le hubiera ocurrido a él. Le encantaba tanto el modelo que tenía varias réplicas repartidas por su casa.
- Otra cosa por la que el extravagante artista tenía predilección eran los Cadillacs. De hecho, es famosa su frase “un artista es bueno cuando se puede comprar un coche. Es un genio cuando se puede comprar un Cadillac”. Además de obviamente tener uno, realizó una escultura dedicada a la gama de vehículos y su logo aparecía también en su jardín.
- Que Dalí tuviera piscina no sorprende a nadie. Que la piscina de Dalí tenga forma de pene, tampoco.
- Dalí tuvo una infancia alejada de toda normalidad. Eso es indiscutible. El exceso de mimo por parte de sus padres le llevó a convertirse en un pequeño tirano. Resalta una pequeña manía infantil que tenía el pequeño Salvador, nada más y nada menos que esconder heces por la casa.