Matadepera es, desde hace muchos años, uno de los municipios más ricos de España. Este pueblo barcelonés de poco más de 9.000 habitantes, ubicado en la comarca del Vallés occidental, a los pies parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac, lleva años peleando por los primeros puestos de un ránking que generalmente lideraba Pozuelo de Alarcón, en Madrid. Sin embargo los datos de la estadística fiscal del 2018 confirman que han cambiado las tornas.
La renta de Matadepera se multiplicó por cuatro, pasando de 41.789 euros en 2017 a 166.006. Esto supone que la cifra del municipio barcelonés triplica la del segundo puesto de la tabla, que ostenta Pozuelo de Alarcón, donde la renta media alcanza los 58.143 euros.
¿Pero qué ha pasado en este municipio para que en apenas un año la «riqueza de sus habitantes» se multiplique por cuatro? Bueno, en primer lugar resulta obligatorio decir que el pueblo no se ha enriquecido, tan solo lo han hecho algunos, y son las cifras de estos pocos las que engordan la foto del resto.
La renta media de este pueblo empezó a escalar cuando la vieja burguesía catalana de la industria textil de zonas como Terrassa o Sabadell empezó a ver en Matadepera un oasis de aire respirable donde primero establecer sus segundas residencias para luego establecerse como residentes. Y el dinero llamó al dinero, y los bien hallados fueron emigrando a la montaña.
Pero en esta ocasión, el aumento de la renta responde al aumento del patrimonio declarado de uno o varios de los residentes empadronados en el municipio. En un pueblo con solo 4.812 declarantes de sus 9.326 residentes, un aumento disparatado en el patrimonio de uno de los contribuyentes hace que la media aumente notablemente.
Uno de los mayores responsables de estas cifras es Manuel Lao, que hace dos años vendió su empresa de juego y tragaperras al fondo buitre Blackstone por un importe de 2.000 millones de euros. Pero Lao no es el único residente de Matadepera con abundantes ceros en la cuenta. Entre sus ilustres vecinos destacan nombres como el exfutbolista Xavi Hernández, el presidente de Repsol, Antonio Brufau, o el escritor Jaume Cabré.