El barrio de Gràcia iniciará el 12 de agosto el programa de visitas guiadas al refugio antiaéreo de la plaza de la Revolució, coincidiendo con las Festes Majors del Barri. Las visitas serán gestionadas por el Taller de Historia de Gracia, se llevarán a cabo en grupos reducidos, tendrán una duración de 30 minutos y costarán 3 euros. Durante los días de la fiesta mayor se instalará un mostrador informativo en la plaza del Diamant, donde se podrán realizar las reservas.
El refugio está situado en el subsuelo de la plaza de la Revolución de septiembre de 1868 y su acceso se puede realizar desde la planta -4 del actual parking. El Distrito de Gràcia también ha impulsado la propuesta de museización de la parte del refugio preservada constituida, básicamente, por un pasillo y las salas del botiquín y la enfermería.
El refugio se abre ahora después de haber sido descubierto hace 30 años, cuando en 1994 se quiso construir un parking subterráneo en la plaza. Las obras pusieron al descubierto la existencia del refugio, y las reivindicaciones vecinales consiguieron preservar una mínima parte del refugio al quedarse fuera del perímetro de los muros de la obra del parking. Así quedo, conservado pero intacto, hasta hoy, en que se ha reabierto al público.
Refugios que se convertían en hospitales bajo tierra
El refugio de la plaza de la Revolució se considera excepcional en muchos aspectos, tanto a nivel constructivo como social. El refugio constaba de tres entradas desde distintos lados de la plaza y estaba dotado de electricidad y agua, además de pozos de ventilación. Y aunque del refugio original queda tan sólo una mínima parte –aproximadamente un 5%– correspondiente a un fragmento de pasillo y dos cámaras destinadas, como ya hemos mencionado, a enfermería y botiquín, este nuevo museo sigue siendo esencial
Este nuevo espacio demuestra que la construcción de refugios antiaéreos en Barcelona incorporó la necesidad de integrar espacios destinados a enfermería y cuidado por la higiene. Los proyectos de edificación contaron con las valoraciones de médicos, higienistas y arquitectos especializados en la materia, que tenían en cuenta aspectos como la ventilación y la renovación de aire.
En Barcelona se diseñó un plan para el acondicionamiento de las instalaciones auxiliares que se basaba principalmente en la circulación forzada de aire mediante ventilador, sistemas eléctricos, servicios sanitarios e higiénicos. Todo ello condicionaría la creación de un nuevo sistema sanitario en estos espacios confinados para cuidar de la población mientras duraban los bombardeos de la aviación fascista sobre la ciudad.
Tras la guerra, en 1939 el Ayuntamiento clausuró el refugio tapiando sus entradas. En agosto de 1940 se inauguró un parvulario hecho en medio de la plaza que se derribó en 1986 para construir el mencionado parking, y empezar un periplo que llega hasta hoy.