Casi 300 metros de altura, treinta años y de historia y las puertas cerradas… hasta hoy. El mirador de la Torre de Collserola, el más alto de Barcelona, ha reabierto sus puertas después de estar cerrado desde la pandemia.
El mirador de la torre de telecomunicaciones construida por el arquitecto Norman Foster, situado al lado del parc del Tibidabo, es un espacio desconocido para muchos. Está en la la décima planta de la estructura, se eleva hasta los 288 metros de altura y se encuentra a 445 metros sobre el nivel del mar.
El espacio había cerrado durante la pandemia y no había podido reabrir hasta ahora por la realización de obras de acondicionamiento de los ascensores panorámicos de vidrio. Como es de imaginar, las vistas desde ahí sobre Barcelona, el mar y su entorno son espectaculares.
Desde ahora, abrirá en fechas y horarios esppecíficos: del 3 de julio al 8 de septiembre, solo de miércoles a domingo y de 12 h a 15 h. En septiembre, los días 11, 14, 15, 21, 22, 23, 24, 28 y 29, la Torre también abrirá en los mismos horarios.
La tarifa general de las entradas será de 5,60 euros y se podrán comprar en el lugar, aunque próximamente también estarán disponibles a través del sitio web del Tibidabo.
La Torre de comunicaciones es uno de los edificios más icónicos de lo Juegos Olímpicos del 1992. Se construyó en un tiempo récord (23 meses) para el evento y desde entonces allí , se han realizado la mayoría de los enlaces audiovisuales del área metropolitana y la provincia, y actualmente es desde donde se emiten todas las señales de televisión y radio que llegan a Barcelona.
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Subir a Collserola es una excursión entretenida. Por lo que, si se quiere, se puede aprovechar para hacer más cosas. Aparte de pasear por los diferentes caminos y rutas que hay en la montaña, se puede mirar e hacer una barbacoa en alguno de sus merenderos, visitar las ruinas del casino de l’Arrabassada o visitar una de las bibliotecas más bonitas de la ciudad.